Llegamos a nuestra segunda gran catarata, la
catarata Seljalandsfoss.....guau!!!
Impresionante como no pueden enseñar las
fotos, a demás el arco iris hizo que la visita fuese aún más increíble.
Lo que hace diferente a esta catarata es que
se puede pasar por detrás (mojándote, claro) cosa que no hay que perderse ya que
no hay mejor forma que esta para sentir su fuerza y vivir su espectacularidad.
La zona está repleta de otras cascadas que en
cualquier lugar del mundo habrían sido una visita obligada pero que aquí y al
lado de esta solo le dan un toque más al paisaje.
Comimos en esta maravillosa zona del mundo
nuestras latas de ensalada de pasta contemplando el espectáculo de la
naturaleza....mejor que en cualquier restaurante.
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