jueves, 8 de noviembre de 2018

Bizkaia 2018


Nos fuimos a pasar el puente a Bizkaia. Yo había estado ya hace algunos años y tenía un recuerdo no muy bueno de Bilbao, así que tenía que volver para darle una segunda oportunidad.




Alquilamos una casa en Getxo con todas las comodidades.
Empezamos el primer día acercándonos al famoso puente que une Getxo con Portugalete.
Fue el primero que se construyó de este estilo y actualmente solo quedan 8.
Después de nuestro corto paseo nos dirigimos directamente a Bilbao. Dejamos el coche en un parquin cerca del Guggenheim.
Para mí es lo mejor de Bilbao. Este maravilloso edificio y sus alrededores.
Se preparaba la entrega de premios MTV que este año se celebra en esta ciudad.
Por la parte trasera del museo está la famosa araña llamada Mamá. 
También el anillo, llamado Solitario y que está fabricado con llantas de coche.

Al museo le dimos la vuelta ya que cada lado de este es espectacular.
Decidimos no entrar, ya que el arte contemporáneo y abstracto no nos va demasiado.
Por supuesto no hay que olvidarse de Popi.
Empezamos nuestro recorrido ria abajo hasta el casco viejo de Bilbao.
Así, y no antes de hacernos un vino y un pintxo, llegamos a la catedral.
No demasiado espectacular.
Pero mi imagen de Bilbao ya iba cambiando. Es cierto que la han arreglado y que la ciudad está mucho más bonita de lo que yo la recordaba.
Nos salió un día estupendo, incluso algo de sol y una temperatura superior a la que nos esperábamos.
Subimos la ciudad para llegar a la basílica de Begoña.
Más bonita que la catedral.
Por supuesto Bilbao tiene su plaza mayor.
Antes de dejar el casco viejo e irnos para el centro de la ciudad paramos a comer. Por ser la primera comida decidimos hacerla a base de pintxos.
Todos deliciosos.
El centro de la ciudad es como el de la mayoría de las capitales de España.
Se nos hacía tarde e iba a oscurecer enseguida, así que decidimos subir al mirador de Artxanda en coche. No nos daba tiempo coger el funicular.
preciosa vista de la ciudad y creo que la hora fue perfecta.
En definitiva, Bilbao nos ha gustado mucho y esta visita ha borrado definitivamente la imagen que tenía de Bilbo.
Segundo día. Estábamos pendientes del tiempo y parecía que hoy no iba a llover, además era día laboral, así que pensamos que era el día perfecto para visitar el punto más turístico de todo el País Vasco. La ermita de Gaztelugatxe
Tuvimos muchísima suerte ya que aparcamos al lado del hotel, pero nada más llegar empezó a llover.
Una lluvia fina que quizá ayudó a que hubiera menos gente pero que al principio nos pareció que nos iba a fastidiar el paseo y las vistas.

Al final salió hasta el sol en algunos momentos. Una maravilla esta ermita y su paraje. Yo no había bajado ninguna de las veces que había venido aquí y lo cierto es que merece mucho la pena.
Juego de Tronos la ha hecho terriblemente popular, no quiero ni imaginarme como debe estar esto en verano.
Por supuesto toqué las 3 campanadas.....
Dedicamos casi toda la mañana a Gaztelugatxe, pero aun nos quedaba un poco de tiempo antes de comer para dar una vuelta por el puerto de Bermeo
Nos encantó esta ciudad desde el principio.
Tiene varias esculturas en el puerto que representan la catástrofe que vivió este pueblo cuando casi todos sus pescadores murieron durante una tormenta en el mar.
Pero sin duda el remate final fue la comilona que nos pegamos. Un marmitako impresionante.
Después de comer teníamos que aligerar, así que seguimos paseando por el pueblo.


El cementerio de esta ciudad es uno de los sitios para conocer. Para ver las estelas vascas y por la situación tan curiosa para un cementerio.
Y de nuevo nos pilló la tarde disfrutando y con ganas de ver más. Teníamos planeado ir al Bosque de Oma y quedaban menos de 2h de luz.
El camino desde el parquin hasta el bosque es de 45m, así que no había mucho tiempo que perder.
Llegamos aun con luz y pudimos hacer fotos a los árboles pintados.
Un sitio original.
Cuando yo lo visité hace bastantes años habían muchos menos arboles pintados
Otro nuevo día y muchos sitios aun que conocer de Bizkaia. Empezaríamos por Durango
Llama mucho la atención el pórtico de la catedral. Bajo su techo caben hasta 2000 personas.
Un abuelo se paró y nos empezó a contar cosas sobre el pueblo, los ataques que sufrió en la segunda guerra mundial y de como muchos edificios de la ciudad aun tienen las marcas de los bombardeos alemanes.
En la oficina de turismo se conserva un crucero que es el orgullo del pueblo.
El ayuntamiento está completamente pintado en su exterior. Es bastante llamativo

El mercado.
En su museo hay una maqueta de todo el pueblo. Es lo más destacable del museo.
Durango nos encantó y el siguiente destino fue Markina-Xemein
A este pueblo no le dedicamos demasiado tiempo ya que no nos pareció tan interesante como Durango.
Aun así habíamos leído que el cementerio es monumento artístico, así que nos acercamos a verlo.
Salimos para Ondarroa. Era hora de comer y parecía un buen lugar para buscar donde hacerlo.
Dejamos el coche en la parte alta.
Recorrimos el centro buscando un lugar donde comer. Finalmente encontramos uno donde hacían bacalao al pil pil
De nuevo nos quedamos más que satisfechos.
Dimos una vuelta por el pueblo después de comer y salimos para Lekeito para ver si nos daba tiempo de verlo antes de que oscureciera.
De nuevo se nos estaba haciendo de noche y queríamos llegar hasta la isla.
Hay un paseo entre el mar que llega hasta la isla. Es un poco resbaladizo y hay que ir con mucho cuidado.
Una maravilla.












A la vuelta encontramos la Iglesia de la Asunción abierta. Una suerte porque es bastante bonita.
último día. Se acaba nuestro puente pero aun podemos aprovechar el domingo para visitar sitios. Por ejemplo el paseo marítimo de Getxo.
Auténticos palacios




Y el puente fue la despedida de Getxo. Había pasado 4 noches en esta ciudad y empezábamos el regreso.
Primera parada el castillo de Butrón.
Yo lo visité hace años. Ahora ya no se puede visitar y parece casi abandonado.

Una pena si lo dejan estropearse.
y el ultimo pueblo que visitamos antes de abandonar Bizkaia fue Elorrio
precioso pueblo, con muchísimos palacios.
También hay cruceros que delimitan la parte antigua.
Y para casa que hay horas de coche. Bizkaia es un sitio al que volver.