domingo, 15 de abril de 2018

Senegal 2018 - Koba


Salimos de Saint Luis para adentrarnos en la Senegal de los poblados y poder ver cómo vive la mayoría de la población en este país. 
En Senegal se habla wolof aunque la lengua oficial es el francés ya que hasta hace muy poco no existía gramática wolof y ni siquiera se enseñaba en la escuela. 
Los wolof son la etnia mayoritaria pero también están los peul, los bassari y etnias minoritarias como los serer o los mandingos.
La moneda es el franco de África occidental que comparten con otros 7 países. Esta moneda se la cuñan los franceses ya que estos 8 países no tienen recursos para cuñar moneda. Son Togo, Costa de marfil, Mali, Benin, Burkina Faso, Guinea Bissau y Niger.
Las mujeres deben ir a por agua a los pozos o lugares que el gobierno o las ONGs han creado para que nadie en el país tenga escasez de agua
Esta parte del país es todo sabana pero a solo 1,5m del suelo hay agua por lo que pasamos muchos cultivos de verduras. Esto hace que este país, aun siendo muy pobre, no sufre de hambre. Todos tienen comida y agua y la sensación que me llevo es que viven felices con lo que tienen.
Paramos en un pueblo pesquero. Mucho más tranquilo que Saint Luis, así que aprovechamos para pasar un rato en la playa viendo el movimiento de barcos y gentes.
Los niños nos llamaban Tubab. Para ellos significa "blanco" y a lo largo del viaje hemos visto como a muchos niños se les llenaba la cara con una sonrisa cuando nos veían y nos llamaban tubab con cariño mientras nos saludaban con la mano.
Tubab viene del sonido que hace en wolof la palabra "doctor", Los primeros blancos que vinieron a las aldeas de Senegal eran doctores por lo que se ha quedado esta palabra para definirnos.
Nada más salir del poblado nos paró la policía. Corruptos como en la mayoría de los países de África pidieron dinero a nuestro conductor para dejarnos seguir camino. Este le dio dinero pero al policía no le pareció suficiente. Después de mucho discutir Ibrahima decidió que nos íbamos a la gendarmería y que si nos tenía que encerrar o multar que nos multaran allí...de esta forma el policía, que sabía que estaba haciendo algo ilegal, nos dejó seguir camino.
Pasamos por otro poblado que tenía mercado y decidimos bajarnos del coche y atravesarlo andando.
muchísimos sacos de cebollas provenientes de los campos que acabábamos de pasar.
Llegamos a uno de los baobabs sagrados y paramos a verlo y a meternos dentro. En este podemos, pero es peligroso hacerlo en cualquiera ya que los animistas tiran los cadáveres de los trovadores por los agujeros de los baobabs. Dicen que como ellos no trabajan la tierra no tienen derecho a ser enterrados bajo tierra y por este motivo acaban en los agujeros que se hacen en los baobabs.
también encontramos nuestro primer stand de souvenirs...creíamos que nos volvíamos a España sin ningún recuerdo... aquí compramos unos hipopótamos chulísimos.
más buitres limpiando los caminos....
paramos a comer otro de los platos típicos, el thiebou dien
Y seguimos camino hasta llegar a la zona llamada Koba que está dominada por tribus peul.
Así llegamos a nuestro campamento. Creado por una ONG que además ha construido una escuela y un taller para formar a las mujeres.
Las chozas están construidas exactamente igual que la de los poblados. La ducha en la parte trasera viendo las estrellas.
nos encantó el campamento.
Dejamos que bajara un poco el sol y la temperatura y nos fuimos dando una caminata al poblado más cercano que se encuentra a tan solo 30 minutos de nuestro campamento.
Senegal está lleno de cebúes, ovejas, cabras y burros...no hay ningún sitio en este país libre de estos animales. Todo el mundo se dedica o a la pesca o a la ganadería así que es imposible no cruzarte con uno de estos animales, da igual lo perdido que estés.
Teníamos muchas ganas de entrar en uno de estos poblados, ver cómo viven, conocer sus costumbres y compartir tiempo con ellos. Fue una experiencia genial, nos recibieron con los brazos abiertos, nos enseñaron sus chozas, los niños jugaron con nosotros y al final nos invitaron a compartir un té con ellos...
Los niños vestidos de gris acababan de ser circuncidados. Lo que llevan colgado en el cuello es lo que les han quitado...
Al atardecer es la hora de ordeñar las vacas.








Es uno de los muchos momentos que recordaremos toda la vida. Lo pasamos muy bien y disfrutamos de la inocencia y la felicidad de un gran número de niños para los que nosotros también fuimos todo un acontecimiento.

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