Siempre habíamos pasado Valladolid de largo.
Este año decidimos que teníamos que conocer esta ciudad y algunos de los
pueblos de la provincia que aún no conocíamos.
Llegamos ya de noche a nuestro Hotel Ibis
Valladolid. Alejado del centro pero muy cerca en coche y no tuvimos ningún
problema en aparcar más o menos cerca de los sitios importantes.
Primer paseo para ir conociendo la ciudad y
cena en la Plaza Mayor.
Al día siguiente por la mañana tempranito
cogimos el coche y nos fuimos para Ureña. Ciudad del libro.
El perfil de la ciudad cuando te vas
acercando con el coche es una pasada. Que pena que olvidé hacer una foto al
irnos.
Nos pareció un pueblo fantasma. Ni un alma. Llegamos
a la oficina de turismo donde nos explicaron que lo de ciudad del libro es una
especie de promoción y que han conseguido que sea el pueblo o ciudad con más
librerías por metro cuadrado y por habitante de toda España.
Salimos de la oficina con un recorrido que
hacer y con una recomendación para visitar el museo de la música.
Interesantes tanto los objetos que se exponen
como el interior de la casa.
Pero
lo que realmente nos gustó de este pueblo fue pasear por sus calles
completamente vacías...en la oficina nos dijeron que a la hora de comer el
pueblo se llena de turistas...nos fuimos sin poder creerle ya que no llegamos a
ver uno por las callesTrozos de libros en las paredes, leyendas en las placas de las calles y muchas librerías. Caímos en la tentación y nos fuimos cargados de libros.
Un paseo imprescindible es andar por las
murallas, No es un gran recorrido pero los tramos que se pueden pasear hay que
aprovecharlos
Hay una ermita a pocos kilómetros del pueblo
que solo abre a las 13:00h. Nos conformamos con verla desde las murallas...teníamos
otros planes.
Y esos planes nos llevaron a San Cebrian de
Mazote.
Una iglesia visigoda con estilo mozárabe. No sé
si hay muchas más por el mundo.
Pero la visita que más nos gustó de los
pueblos que visitamos por la provincia de Valladolid fue sin duda la iglesia de
Wamba.
Esta iglesia es famosa por su osario. EL guía
fue muy muy bueno. Explicó cada detalle dándole un significado a cada detalle
que nos va a quedar como formación cuando volvamos a visitar una iglesia.
Detalles que pasas por alto y son super interesantes.
De momento lo que nos llamó mucho la atención
es el nombre del pueblo. No parece que pueda encontrarse en España y mucho
menos en Valladolid.
Proviene de un rey godo que nombró la ciudad
con su propio nombre.
Y es que este es el único municipio de España
que en su nombre contiene la letra W
Me despedí de esta iglesia con una foto un
pelín macabra
Su castillo, alargado como si fuera
completamente plano, está en lo más alto de esta zona completamente llana y
permite controlar hasta el último rincón.
Se debe acceder con un autobús dejando el
coche en un aparcamiento. Acoge un museo del vino, aunque nosotros nos decidimos solo
por la visita del castillo.
La forma del castillo es muy singular. No
recuerdo haber estado en ninguno parecido. Las vistas son magníficas.
Las bodegas de Protos
pero el Castillo no es lo único interesante
de Peñafiel. El Convento de San Pablo es una maravilla y en él está enterrado Don
Juan Manuel de Villena. Uno de los importantes de la literatura española.
El exterior de este Bien de
Interés Cultural destaca por los arcos realizados en
ladrillo, en estilo gótico mudéjar.
Pero con lo que nos quedamos es con El Coso.
Una plaza de arena donde aun actualmente se celebran corridas y la única plaza
de España donde la casa pertenece a un dueño pero el balcón es de otro.
Nos despedimos de Peñafiel que fue la guinda a nuestras visitas por la provincia.