Y
llegamos a la que siempre habíamos creído era la capital de Bolivia. La Paz
Se
llega al Alto (que es otra ciudad distinta) y bajamos a La Paz directos a
nuestro hotel Posada La Abuela
Salimos a dar una vuelta e ir descubriendo esta ciudad y muy cerca del hotel se encontraba La Iglesia de San Francisco
Nos
dimos una vuelta por el Paseo del Prado y empezamos a conocer la ciudad, el
trafico, el ruido...todo bastante diferente al resto del país que a esta altura
habíamos visitado.
Pero
una cosa que no cambio ni siquiera en La Paz es la cantidad de Cholas, mujeres
vestidas con su traje tradicional, que hay por las calles.
Este
traje es bastante caro y lo llevan con mucho orgullo.
Ya hay
mujeres en el gobierno o en cargos importantes que visten tradicionalmente y
cada vez más se está recuperando esta tradición.
Y la comida la acompañamos con Chicha...espero que esta no la hayan fermentado de la forma tradicional.
Y por
la tarde nos fuimos de mercados.
En
Bolivia puedes encontrar a cualquier hora mercados en las calles. El gobierno
ha intentado que los mercados se celebren en los locales pero es una tradición
demasiado importante para los bolivianos como para ser cambiada.
Hay por
todas partes, de hecho La Paz es un mercado en su totalidad, pero fuimos a uno
de los más importantes donde puedes encontrar más de 100 clases de patatas y
todas las frutas o verduras que hay por la zona.
De allí
conectamos con el Mercado de las Brujas donde encontramos muchos puestecitos
con ofrendas que los bolivianos compran para agradecer por lo que tienen y para
que lo que han comprado les funcione bien o les dure mucho.
Por eso
encuentras mini TVs, figuritas de coches, casas etc.
También
fetos de llamas disecados ya que por lo visto es una de las mejores ofrendas
qeu puedes hacer.
Y antes
del atardecer fuimos al Mirador del Montículo
Muchas
parejitas y unas muy buenas vistas de la ciudad.
La
bajada la hicimos andando para ir conociendo mejor la ciudad y pasamos por la
Casa de la Mujer.
Nos gustó la fachada y las pinturas de las paredes
el reloj de la plaza marca las horas al reves. Es una declaración de intenciones de Evo con el resto del mundo.
Visitamos también el Museo de la Coca, lo mejor el callejón por el que accedes.
impresionante la sala de las máscaras y trajes de fiesta de las diferentes regiones
Y por supuesto tuvimos que probar las Salteñas ya que nos habían dicho que en La Paz estaban más sabrosas qeu en Sucre y eso había que comprobarlo.
el caso es que por muy poco dinero tienes unas vistas insuperables de la ciudad
lo que se ve colgado de las farolas es una advertencia a los ladrones.....
en la entrada a La Paz hay un monumento al Che Gevara
por la noche repetimos nuestro Api con tortas de queso
y no nos queríamos ir de La Paz sin ver la ciudad iluminada desde el teleferico, así que repetimso la experiencia.
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