Después de 2 vuelos llegamos por fin a Vancouver. Habíamos cogido un hotel en North Vancouver. El Emperial Suites. Llegamos sobre las 21:00h al hotel y nos recibió la dueña, que nos confesó que para ella era un poquito tarde ya.
Cuando vimos la habitación nos quedamos
flipados. Una enorme habitación, con un lujoso baño que incluía Jacuzzi. La
dueña nos explicó que el precio que habíamos pagado había sido un error de booking
y que la noche anterior había cobrado más de 350 dólares por esta misma habitación.
Nosotros pagamos 83$
Al día siguiente nos despertamos sobre las 4
de la mañana, maldito jet lag, así que aprovechamos que estábamos despiertos
para desayunar en el hotel (incluido, aunque en nuestra reserva no lo decía) y
salir con nuestro cochecito, que sería nuestro acompañante durante los próximos 19 días, y
empezar la ruta panorámica llamada Sea to Sky.
Una caminata corta de menos de medio kilometro te lleva hasta
las cataratas.
De nuevo una caminata corta te lleva a las cataratas....y
seguimos viendo chinos.
Alargamos la caminata todo lo que pudimos, ya que el sitio es
precioso y estábamos ansiosos de naturaleza y paisajes.
La siguiente parada la hicimos en Whistler.
Nuestra primera ciudad canadiense.
El centro de esta ciudad olímpica es totalmente peatonal y a
nosotros nos pareció el pueblo Bonaire (un centro comercial).
Muy limpio, muy ordenado, cuco y con muchísimos canadienses que
habían venido a pasar el domingo y llenaban las calles. Lo único
destacable para nosotros el totem de la plaza central, y que pudimos hacer nuestras primeras compras en el super.
Seguimos hacia Nairn
Falls Provincial Park, aquí hicimos una caminata un poco más larga, de unos
3 o 4 kms para llegar a las cataratas.
El pueblo tampoco nos pareció que
mereciera la pena, así que aprovechamos para ir a la oficina de turismo donde
nos asustaron en referencia a nuestro siguiente destino Joffre Lakes Provincial
Park, ya que nos
informaron que miles de personas visitan los lagos cada día y es casi imposible
aparcar allí.
Así que como a nosotros no nos desanima nadie, decidimos
reflexionar tomando un café granizado en una tienda del pueblo y dar tiempo a
esos miles de turistas para que fuesen ahuecando y dejándonos sitio a nosotros.
Y fue una idea genial, ya que cuando llegamos ya estaban
saliendo coches y no tuvimos ningún problema en aparcar.
Así empezamos la caminata más larga del día, y toda cuesta
arriba.
Son 3 lagos a diferentes niveles. Cada uno de ellos va
superando al anterior.
Otra cosa que ya empezábamos a notar era una niebla constante
que en muchas ocasiones llegaba a tapar las montañas y que me estaba
fastidiando las fotos.
Con la belleza de los lagos y la niebla el lugar tenía un nos se qué misterioso....
Seguimos viendo que la mayoría aplastante de los
turistas eran chinos, en el hotel googlee "¿Porqué hay tantos chinos en
Canada?" y apareció la respuesta a nuestras dudas.
En British Columbia hay un 50% de población china y cada año
siguen llegando más chinos a vivir a estos estados de Canadá, sobre todo a
Victoria y a Vancouver. Montan sus negocios y hacen que esta zona sea el lugar del mundo con mejor relación con el imperio chino.
Finalmente y después de mucho esfuerzo llegamos al 3er lago,
el más alto y el más bonito.
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