Fin de
año en Azores. Volamos a Lisboa y de allí a Ponta Delgada, la capital del archipiélago.
Sao Miguel es la isla más grande de Azores. Nos decidimos a descubrir hasta
el último rincón en 8 días. Una sola base ya que el trayecto más largo
puede ser de 90 minutos.
Llegamos
el 30/12 a Ponta Delgada y ya sin luz salimos a pasear por la ciudad para
empezar a orientarnos e ir decidiendo el plan de nuestro primer día.
Pasamos 8 noches en el Hotel Canadiano de Ponta Delgada. Es la vez que más tiempo hemos estado en el mismo hotel en toda nuestra vida. El hotel esta bien situado y es cómodo y tranquilo, al menos en estas fechas del año.
31/12
último día del año y primer día completo de nuestro viaje. Cogimos carretera y
nos fuimos camino a Sete ciudades haciendo varias paradas por el camino.
Antes
de llegar a Sete ciudades hay una serie de lagos que no puedes perderte.
Paramos en Lagoa do Canario
Aparte
de poder contemplar este precioso lago, desde aquí sale una ruta para ir al
Miradouro Vista do Rey.
Desde
este mirador se ve Lagoa verde, Lagoa do Santiago y una vista
genial de Sete ciudades.
Nada
más empezar a descubrir la isla ya nos dimos cuenta de donde viene el
sobrenombre que tiene Sao Miguel "La isla verde".
Volvimos
nuestros pasos hacia el coche y seguimos camino hacia el Miradouro Cerrado Das
Freiras
La
mejor vista del conjunto de lagos se puede apreciar desde este mirador.
Bajamos
hacia el pueblo, y antes de pasar el puente que separa el Lago azul del Lago
verde paramos para hacer un corto paseo por la orilla de Lagoa Azul
Fuimos
a ver la Iglesia de Sao Nicolau. El interior no destaca pero la arquitectura
exterior es interesante por lo diferente y porque era de las primeras que
veíamos en la isla.
Y nos encontramos
el primer Belén...y fueron muchos los que vimos durante el viaje. Es muy
original como monta cada ciudad su Belén.
En Sete
Ciudades hicimos una parada para tomarnos el licor más famoso de las islas
Mulher do Capote...uno de maracuyá y otro de ananás
Salimos para Mosteiros y en el camino vimos
una parada con indicaciones para llegar al Miraudoro Vista do Rey pero desde
este lado. Decidimos parar y hacer algo del camino ya que las vistas parecía que prometían.
Y tanto que mereció la pena!!. No llegamos
hasta el mirador porque ya habíamos estado unas horas antes pero disfrutamos de
la mayor parte del paseo.
Seguimos nuestro camino hacia Mosteiros, pero
antes haríamos una paradita en Ponta do Escalvado
Y finalmente llegamos a Mosteiros a
tiempo para dar una vuelta por la ciudad
y poder visitar su iglesia.
La iglesia de Nuestra Señora de la Concepción
construida con piedra de basalto y encalada en blanco como todas las iglesias que
vimos en Azores. Preciosa por fuera y sencilla en su interior.
Bonito
pueblo donde me comí un guiso de pulpo impresionanteY para seguir alucinando con las vistas nos acercamos a Ponta dos Mosteiros
No quedaban muchas horas de luz y aun
queríamos parar en Ponta da Ferraira para ver el faro.
Y en Feteiras.
Volvimos a Ponta Delgada con la esperanza de
que los viveros de piñas estuvieran abiertos....fin de año, la gente ya se
estaba preparando para la última cena del año y todo estaba ya cerrado. Aun así
descubrimos otra parte de la ciudad que se llama Faja de Baixo y que tiene su
encanto. Así que dimos el último paseo del día y del año.
Pero antes de irnos al hotel a descansar y
cambiarnos, aun tuvimos tiempo de comernos unos pastelitos típicos en Ponta Pelgada y de entrar a La Iglesia Matriz.
Antes de la cena nos comimos nuestras uvas
con las campanadas en la hora española y después bajamos a cenar al hotel.
Salimos a la plaza principal, donde están las
puertas de la ciudad, para ver un concierto de un tal Fernando Daniel. A las
24:00h fuegos artificiales desde el mar y todo el mundo a descorchar el champan
y a esparcirlo para que todos pudiéramos estar suficientemente pegajosos.
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