El día anterior habíamos estado en Furnas,
pero como los días son bastantes cortos no nos dio tiempo por la tarde a hacer
una caminata muy recomendable que consiste en dar la vuelta al lago de Furnas
con subida al mirador Lombo dos Minhos. Así que salimos del hotel directos
hacia el lago.
El lago es precioso y el camino que lo rodea
no tiene desperdicio. La primera parada fue la Capilla de Nuestra señora de las Victorias.
Una
preciosa capilla que fue construida como voto de Jose do Canto por su mujer
enferma
En este lado del lago vimos alguna casa, un
museo al que nos acercamos pero que no acabó de interesarnos y unos enormes
jardines botánicos que tampoco quisimos visitar. Nuestra intención era darle la
vuelta al lago y disfrutar de las vistas.
El recorrido está lleno de esculturas de
madera que representan animales e insectos de la zona y también algún personaje
local.
Algunos senderos son impresionantes
Es un sendero fácil, entero son 9,5km unas 3h
de recorrido.
Pasas por las caldeiras donde se preparan los
cocidos que te ponen en los restaurantes de Furnas.
Y muchos patitos por todas partes
Cuando llegamos al desvío vimos que para el
Miradouro de lombo do Minho salía un sendero para arriba..lo dudamos pero al
final caímos en la trampa y seguimos.
Desde el mirador tienes una vista de toda
Furnas. Volvimos a bajar y terminamos nuestro recorrido del lago hasta donde
habíamos dejado el coche.
Y una vez realizada la caminata del día nos
volvimos a Ponta Delgada ya que el resto del día queríamos dedicarlo a visitar
algunos museos de la capital.
El primero sería el Museo Carlos Machado que
se divide en 2. El Núcleo San Andrés es el más interesante y el que visitamos
en primer lugar.
Se encuentra en el antiguo convento de San
Andrés y tiene colecciones de arte y sobre todo animales disecados
Después de este museo volvimos a la Igleja
Matriz que ya habíamos visitado de noche y queríamos ver bien a la luz del día.
Sin lugar a dudas la más bella de toda la
isla. Y de ahí al museo militar que se encuentra en el forte de Sao Brass
No nos interesan especialmente las armas pero
merece la pena la visita para ver el fuerte por dentro.
Muy cerca del Forte Sao Brass se encuentra el
Convento da Esperança que tiene un muy bonito interior y que tuvimos suerte de poder visitar.
Comimos en el mismo restaurante donde
habíamos cenado el día que llegamos. El Arco de la vieja. Un bacalao grillado.
Y
antes de que cerraran nos fuimos al segundo museo de Carlos Machado, el de
Santa Barbara
Arquitectura y arte contemporáneo.
Interesante.
Pero nos habíamos ganado un dulce y el mejor
sitio de toda la ciudad para tomarse un buen café y un pastelito es El Louvre.
Un lugar que nos encantó.
Aun quedaban algunos sitios de Ponta Delgada
para visitar pero aquí a las 18:00h ya está todo cerrado, así que los dejamos
para otro día.
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