2 años sin viaje a Italia era demasiado tiempo. Así que nos compramos un vuelo para una de las zonas que aun no conocíamos, Bérgamo y el Lago di Garda, y de paso volver una vez más a Milán ya que después de 2 visitas aun no había podido ver el Duomo por dentro
Alquilamos una casa genial, fuera de la ciudad alta ya que allí no se puede acceder con el coche. El primer día decidimos ver Bergamo y nos encontramos el funicular parado por remodelaciones o algo así. Así que nos toco subir escaleras y rampas...
genial para nuestra salud y no demasiado agotador....serían las ganas de descubrir la ciudad.
Ya en la ciudad alta y con unas vistas estupendas empezamos a deambular y a ir descubriendo diferentes rincones como
los Lavaderos
También un reloj de sol en una plaza cercana a los Lavaderos
Entramos en alguna iglesia pero no recuerdo su nombre
Llegamos casi sin querer al
Convento di San Francesco
Pero la sin duda
la Piazza Vecchia es la estrella de la ciudad alta
En ella se encuentra
La Capilla Colleoni (donde no está permitido sacar fotos)
Maravillosa por fuera y por dentro
La Basílica de Santa María la Mayor
Es una visita imprescindible, así como
la Catedral
No lejos se encuentra
La Capella de Santa croce
Era la hora de comer y como queríamos comer en
San Vigilio ya que nos habían recomendado un restaurante allí, cogimos un funicular (este si que funcionaba).
Mereció la pena subir, por las vistas y por la comida que fue espectacular..Recomiendo el conejo a la Bergamasa.
Ya en la Ciudad alta de nuevo fuimos a la
pastelería Nessi a comernos el postre típico. Una Polenta rellena de chocolate....deliciosa...
Ya a última hora de la tarde decidimos ver
La Galleria dell'Accademia Carrara
nos decepcionó un poco, demasiado cuadro religioso.
Salimos y ya solo nos quedaba la ciudad baja para aprovechar el resto de día.
Un día fascinante, nos dejamos algunas cosas por ver para así dedicarle el último día antes de coger por la tarde el avión.
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