Nos fuimos directamente a
Carvoeiro ya que nos habían recomendado coger un bote desde allí y recorres parte de la costa de El Algarve viendo las cuevas formadas por la erosión producida por las olas.
Llegamos justo a tiempo, un bote salía en 10 minutos.
más de 3h de paseo por la orilla del Algarve
Esta llena de cuevas...entramos a alguna de ellas
Se forman dentro de las cuevas unas pequeñas playitas que deben ser una maravilla...solitarias y vírgenes..aunque imagino que peligrosas ya que desapareceran con la subida de la marea.
no podía faltar en una visita de este tipo una roca o montaña que se pareciese a algo. En este caso es un gran lagarto..
Un paseo genial y muy recomendable. Habíamos empezado muy bien el día y queríamos continuar así...así que nos fuimos para
Lagos
Aparcamos un pelín lejos del centro de esta turística ciudad.
Una ciudad muy agradable, llena de restaurantes y terrazas y con un museo muy interesante
Tiene una pequeña fortaleza a orillas del mar
Comimos en el restaurante más antiguo de Lagos y por fín encontré un sitio donde podía probar la Cataplana
el problema es que normalmente es para 2 personas y siendo pescado y marisco no hay forma de convencer a N...
En cualquier caso me pusieron una cataplana que aunque se suponía que era para uno podían haber comido 4.
Después de la comida y de dar un recorrido por la ciudad nos acercamos al museo arqueológico que nos encantó...prohibido hacer fotos...
Y con esto nos despedimos de Lagos. Queríamos acabar la tarde en el punto más sudoeste de la península, pero antes paramos en
Sagres para ver la fortaleza.
Como fortaleza es muy muy poco interesante, en cambio hay unas vistas geniales desde ella
en su interior hay una pequeña iglesia
Como decía...lo mejor las vistas
Hay un paseo circular para no perderte un solo ángulo..
En menos de 10 minutos nos plantamos en
El Cabo de San Vicente
La entrada es gratuita, cosa rara en Portugal, pero no puedes subir al Faro.
Llegamos a Albufeira ya tarde...despues de encontrar nuestro
Hotel Silmar, cosa que nos costó bastante, y de descargar maletas, salimos a dar un paseo, cenar y ver el centro de Albufeira.
en realidad era un chalet con unas vistas de escándalo.
No esperábamos nada de Albufeira. Habíamos elegido dormir aquí porque nos pillaba bien de camino a Lisboa donde queríamos ir al día siguiente.
Sin embargo nos gustó bastante, al menos estuvo muy bien para dar un paseo nocturno y pasar un par de horas.
Albufeira era nuestra despedida del Algarve y la verdad es qeu no nos había decepcionado en absoluto
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