Segundo
día en Sucre y empezamos la mañana con la subida a la parte alta. Lo cual no es
poca cosa teniendo en cuenta la altura que hay en este país.
En la
parte alta está el museo de arte indígena. Muy interesante, empezábamos a
conocer más cosas de Bolivia y cada vez nos caía mejor su gente y nos gustaban
más sus costumbres.
Pasamos por los mercados y pudimos ver varios puestos con
ofrendas.
Lo hacen todo en pequeñito para poder ofrecerlo en sus ritos
que días más tarde conoceríamos en Copacabana y pedir suerte y fortuna con
ayuda de sus santos, de sus chamanes y de dios...todo mezclado.
A comer fuimos de nuevo al mercado a comernos una sopa de
maní y después por la tarde a la Casa de la Libertad.
La Casa de la Libertad fue
originalmente parte de la Manzana Jesuítica de la ciudad y ahí se encontraba la
Sala Mayor o Aula Magna de la Universidad Pontificia. También aquí se
firmó el Acta de la Independencia del ALto Perú y a partir de ese momento se comenzó
a reunir el Congreso Boliviano. Actualmente es el Museo de historia más
importante de Bolivia.
Justo al lado se puede visitar el Patio de los jesuitas
Y una de las cosas que más nos gustó, Las terrazas del Convento Felipe de Neri
Y el día se iba apagando...zumito natural en el mercado y descanso antes de la cena.
Cena en el restaurante los Balcones con una vista perfecta a la plaza principal, bebiendo una cerveza negra boliviana y comiendo el plato más típico. El Piqué macho.
Después de la cena visitamos la catedral, donde estaban dando un concierto de guitarra
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