Uno de los platos fuertes de nuestro viaje
por Bolivia era sin duda el Salar de Uyuni.
Un desierto inmenso de sal. El más grande del
mundo.
El paisaje es espectacular, al no haber
horizonte se pueden hacer unas fotos geniales...comiéndote a tu pareja, o
saliendo de una gorra, o chafando tu coche.
En mitad de este desierto está el hotel de
sal, ya no funciona como tal y ahora es solo una parada para turistas en mitad
del desierto.
Nosotros esa noche dormiríamos en un albergue
de sal.
Es increíble como nuestro conductor se
manejaba por aquí ya que para nosotros habría sido lo mismo ir hacia la derecha
que a la izquierda.
Impresionante y lo mejor es que no se ve un
alma..o no hay turistas o hay suficiente desierto para todos...
Y también en mitad del desierto se encuentra una isla de captusLa ISla de Inca Huasy
Enormes captus por toda la isla
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