Viajaritis: Irán 2019

Nuestro siguiente destino fue Shiraz.

Pasamos paisajes montañosos y desérticos.

Hicimos una parada muy interesante en Abarkooh.

Allí se encuentra la cada que aparece en los billetes de 200 riales. La casa ashazadeh

Lo más interesante es que la puedes visitar desde sus tejados. Andar por el techo y admirar las vistas y las torres de viento.

Y antes del plato fuerte del día aun tendríamos otra parada en la fortaleza de Shahrasb

450 años tiene esta fortaleza, que como el resto que visitamos en Irán, está construida únicamente con lodo.

Una ciudad de callejuelas dentro de la fortaleza. Completamente diferente a los castillos europeos con grandes espacios entre sus murallas.

Y ya muy cerca de Shiraz llegamos a la esperada Pasargad.

Aquí se encuentra la Tumba de Ciro. Hijo de una Medo y un Persa, fue el origen de la unificación de estos 2 importantes imperios.

Los persas eran nómadas. Bajo el mando de Ciro se fue haciendo grande este imperio sin luchas o guerras ya que los pueblos se unían pacíficamente. Ciro dejaba a todo el que seiba incorporando a su imperio mantener sus religiones y costumbres y les daba protección a cambio del pago de impuestos, sin exigirles nada más.

Terminó construyendo el imperio persa, que desde Irán, se extendió hasta Afganistan, Pakistan, Somalia, Arabia, Turquía, Yemen...A Ciro le sucedió su hijo, Canvises que consiguió anexionar Egipto al ya gran imperio de Persia.

Cuando llegaron los árabes y vieron la tumba fueron directos a destruirla, pero la gente del pueblo les advirtió de que en esa tumba estaba enterrada la madre de Suliman. Los árabes, por supuesto, dejaron intacta la tumba y llamaron al pueblo Pasargad (Madre de Suliman).

Después de comer cerca de la tumba de Ciro nos fuimos directos a nuestro hotel en Shiraz a dejar las maletas.

El plan que habíamos decidido para la tarde era muy diferente al realizado hasta ahora. Cogimos el metro. En el metro las mujeres van en los vagones de delante y de detrás y los vagones centrales son para los hombre. Pero, afortunadamente, las mujeres pueden ir también en los centrales, por lo que en este caso pudimos ir juntos.

Después cogimos un autobús. En este caso las mujeres van detrás, pero hay una fila central donde las mujeres pueden sentarse junto a los hombres. De nuevo tuvimos suerte, ya que son solo 4 asientos, y quedó un hueco y pudimos ir juntos después de un par de paradas.

Y este gran viaje lo hicimos para llegar al centro comercial más grande de Irán. Teníamos curiosidad, así que hicimos alguna compra, visitamos el supermercado para conocer los productos locales, diferentes a los que habíamos visto en los bazares, y nos volvimos llamando un Uber iraní. Han copiado la aplicación y funciona genial. Es baratísimo.

A nuestra vuelta al centro de Shiraz entramos a una casa preciosa.

Pero para el final del día habíamos dejado otra de las visitas impresionantes de este viaje. El Mausoleo del hermano del iman Reza

El Mausoleo de Shah Cheragh

A parte de sus dimensiones, es casi una ciudad dentro de Shiraz, es su belleza la que nos noqueó desde el primer momento en que pusimos un pié dentro del mausoleo.

Los interiores son todos de oro y plata.

La sala principal del mausoleo no está permitida para los no musulmanes, pero se puede ver desde la puerta de una sala toda decorada en oro y separada de esta por unas puertas también de plata y oro.

Otro día fascinante en Irán.

Y el nuevo día en Shiraz lo estrenaríamos visitando su más famosa mezquita. La Mezquita rosa.

Por la mañana la luz que entra por sus vidrieras la convierten en una sala de colores rosados.

Es preciosa, pero al ser este el momento más interesante para visitarla, también es el elegido por cualquier turista, ya sea local o extranjero, que se encuentre en Shiraz. Por lo que podríamos decir que es el sitio más concurrido que hemos visitado en todo el viaje.

Las mezquitas en Shiraz no tienen cúpulas. Solo los mausoleos.

Salimos de la Mezquita rosa y no demasiado lejos encontramos una Casa museo llamada Naranjestan

La fruta por la que es conocida esta ciudad es la naranja borde (como la llamamos en Valencia). Aquí se la comen.

Shiraz huele a Valencia. Nos recordaba mucho nuestra tierra por ese olor maravilloso a azahar que hay por todas partes. También es una tierra de flores, hay por todos lados. Irán siempre la recordaré como un lugar que huele muy bien, pero Shiraz, sin duda es donde mejor se aprecia esto.

La casa resultó ser un descubrimiento. Art decó, como otras que habíamos visitado.

Preciosa.

Durante la dinastia Zand se fundó está ciudad y se convirtió en la capital del imperio persa.

Pasamos por una panadería y como no podía ser de otra forma, nos compramos un pan recién hecho que nos comimos en un santiamén.

Así entramos al Bazar con fuerzas renovadas.

Nos comimos un helado de almidón de arroz que resultó estar buenísimo y después entramos a visitar la fortaleza

Tiene una de las torres inclinada. En este lado se encuentran los baños persas. La base no aguantó el peso del agua y fue cediendo hasta queda en esta posición.

Todas las habitaciones de la fortaleza tienen un escalón alto. Esto está hecho adrede por dos razones.

Para que el que entre en una habitación tenga que agachar la cabeza forzosamente y de esta forma mostrar respeto y para que si entra alguien armado con una espada, esta golpee en el escalón y avise del peligro.

Antes de comer aun tuvimos tiempo de visitar otra casa. Forogh al Mulk.

A parte de la casa, el interés es una exposición de fotos y una colección de objetos antiguos.

Pasamos por el hotel a descargar algunas compras que habíamos hecho y nos fuimos a comer. Probamos un nuevo plato. Una comida típica de Shiraz llamada Kalampolo que consiste en arroz y col.