Por fin conseguimos viajar a Irán. Un
proyecto que tenemos desde que nos casamos y que este año se ha hecho realidad. Llegamos a Teherán vía Estambul de madrugada.
Cogimos nuestro hotel Asaraeh Tehran, el cual pudimos disfrutar muy poco (al
menos esa noche) ya que en 2h estábamos desayunando y preparados para visitar
la capital del país.
Estaba claro que Teherán no era el plato
fuerte de este viaje, pero estábamos ansiosos por descubrir, ver, sentir...lo que
este país podía ofrecernos.
Así que con solo un par de horas de descanso
salimos hacía la que fue nuestra primera visita. El Palacio Golestan.
Esta residencia real, construida durante la
dinastía Kayar, es actualmente patrimonio de la humanidad.
Se copiaron de los estilos europeos para que
fuese lo más suntuoso posible, pero pasó algo que hizo que este palacio, y
posteriormente varios mausoleos y casas, tuvieran un estilo muy
especial.
Para decorar el palacio trajeron varios espejos
desde Europa, pero los espejos no consiguieron llegar sanos y salvos a su
destino, prácticamente todos acabaron rotos en pedazos.
En Persia tirar un cristal es llamar a la
mala suerte, así que decidieron aprovechar los cristales y usarlos para decorar las salas ya que con espejos enteros no iba a poder ser.
El
resultado es espectacular y muy vistoso
La primera visita no estuvo nada mal y me
hizo recordar cuando estaba organizando el viaje y me plantee saltarnos
Teherán. Solo por esta visita ya merece la pena pasar un día en la capital.
Habíamos empezado el día con una ligera lluvia.
Al salir aun estaba lloviendo. Esto no nos impidió acercarnos al Bazar andando.
Irán es de mayoría chiita, a lo largo del viaje iríamos entendiendo las diferencias entre chiítas y sunitas.
El Bazar estaba cerrado. Era viernes, el día festivo de los musulmanes.
Caminamos por sus calles vacías, llenas de comercios cerrados. La imaginación se encuentra en cada rincón de los bazares iraníes. Por supuesto Ikea no existe en todo el país, pero en una pequeña tienda les hacen competencia desleal.
Encontramos huevos pintados en casi cada ciudad del país. En Nochevieja los niños pintan huevos como tradición. Dicen que la tierra esta apoyada sobre el cuerno de una vaca. En Noche vieja la vaca mueve sus cuernos y al tierra tiembla, así que los niños ponen sus huevos pintados sobre la mesa y cuando estos se balancean es señal de que la vaca esta moviéndose.
Nuestras primeras impresiones estaban siendo muy positivas y los ojos no se nos cerraban a pesar del cansancio (del cual ni nos acordábamos).
Y caminando llegamos al Museo Arqueológico donde nos recibió la vaca que sujeta la tierra.
En
el museo se encuentran algunos trozos de Persépolis. En varios días estaríamos
en este mágico lugar, pero por el momento ya podíamos ir haciéndonos una idea
Persépolis fue saqueado por franceses,
ingleses y alemanes que ofrecieron su ayuda para las excavaciones, pero no fue
para nada desinteresada.
Cuando cayó el imperio Persa se fundó Airan, que acabó llamándose Irán.
Nuestra primera comida fueron unos Kebabs deliciosos. Probamos la cerveza iraní (sin alcohol por supuesto) y el famoso doogh (yogur con agua, sal y menta que se bebe durante las comidas)
Y después de comer fuimos a ver una de las 2 torres mas famosas de Teherán. La Torre Azadi o Torre de la libertad.
la torre fue inaugurada en 1971 para
conmemorar de los 2500 años de la monarquía iraní. Hoy es el símbolo de la ciudad.
Todos los monarcas del mundo acudieron a Irán invitados por el Shah para las celebraciones.
De esta torre nos fuimos a otra torre importante para los iraníes, la Torre Milad o Torre de la Revolución.
Esta torre tiene una historia completamente diferente, ya que se construyó en 1971 para celebrar el éxito de la revolución que terminó expulsando al Shah y acabando con la dictadura que este lideraba.
El problema es que hubieron elecciones y ganaron los extremistas religiosos y pasaron de una dictadura dirigida por el Shah, donde había hambre y mucha pobreza aunque más libertad y modernización a un estado religioso donde se acabaron las libertades.
Desde lo alto de la torre hay una vista completa de la ciudad.
Estos muebles muestran fotos antiguas. Son un reducto de lo que antiguamente era habitual encontrarse en los sitios públicos de la ciudad para divertimento de los ciudadanos.
El cansancio empezaba a notarse, pero antes de irnos al hotel a descansar aun teníamos fuerzas para ir a visitar el Puente Natural
Un maravilloso puente diseñado por una arquitecta iraní que ha sabido integrar modernidad naturaleza y ocio.
¡Menudo primer día! estábamos agotados. Nos tomamos un té y un trozo de tarta y nos fuimos al hotel. Había que reponer fuerzas y además al día siguiente volábamos a Kerman.
Teherán definitivamente había merecido la pena.
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