Llegamos a Saint Luis por la tarde, aun había
luz y era la hora perfecta para ver la llegada de los barcos al puerto
pesquero.
Saint Luis se divide en 3 partes. La
continental, luego pasas por un puente construido por Eiffel (el mismo de la torre
de París) y pasas a la isla que es la parte colonial. Posteriormente
atravesando el barrio de los pescadores pasas a una lengua de tierra con el río
a un lado y el mar al otro que es donde se encontraba nuestro hotel.
Aunque teníamos planeado acudir al puerto pesquero
al día siguiente sucumbimos a la tentación de hacer una parada antes de ir al
hotel y ver la llegada de los pescadores al atardecer.
Un espectáculo de gente, todos haciendo algo ya
que cada uno tiene una función clara. Al día siguiente volveríamos para hacer
mejores fotos con un poco más de luz y para seguir flipando un poco más.
Nos alojamos en el Hotel Cap-Saint Luis.
En nuestro camino no cruzamos con aves y jabalíes
e incluso con un chacal.
Llegamos al puerto donde tuvimos que esperar
para poder coger una barca que nos llevara a la isla de los pelícanos.
Los corcobanes y pelícanos tienen un vuelo muy elegante.un paseo relajado durante el cual pudimos ir viendo toda serie de aves, como águilas pescadoras o abejarrucos
enormes jabalíes y un barano que es un lagarto enorme que no llega a ser un cocodrilo.
y llegamos a la isla de los pelícanos. Aquí se juntan a pescar en grupo. El espectáculo es impresionante ya que conforme te acerca salen volando pasando por tu cabeza.
Nos encantó la experiencia. Volvimos
disfrutando del paseo en barca y el guía del parque nos propuso ir a ver
pitones ya que sabía de un lugar donde estaban anidando. Así que allí fuimos
sin dudarlo.
ni en sueños me pensaba que me iba a encontrar estos bichos con estos tamaños.
Después de la visita al parque regresamos a
Saint Luis. Dimos un paseo en calesa por la isla y su parte colonial. Pero primero comimos en el Galaxie donde probamos el delicioso aunque picante Ceebu jen.
En Senegal no hay recursos para mantener esta ciudad colonial que seguro tuvo sus años de esplendor pero que ahora se cae a pedazos. Es patrimonio de la humanidad pero imagino que el dinero aquí nunca llega, y como del resto de cosas que pasan en África parece no importarle demasiado al resto del mundo.
Aun así la ciudad no deja de ser bonita y sobre todo llamativa para estos ojos occidentales que disfrutan con cada escena de la vida senegalesa.
Llegamos a una grúa que ha quedado como monumento. La trajeron los franceses para descargar en el puerto. La primera que enviaron se hundió en el mar por su gran peso, y tuvieron que enviar varios barcos con la grúa en trozos para que llegara. Por supuesto ahora ya no funciona.
También hay algunas construcciones de madera de cuando la colonia.
A los senegaleses les encatan los colores, por esto sus ropas llamativas y los barcos pintados.
Y con la misma calesa pasamos por el barrio
de los pescadores. Un barrio donde siempre hay vida y movimiento ya que viven
en casas diminutas donde solo duermen, El resto del día están fuera de casa,
donde cocinan, juegan, se reúnen e incluso se asean.
Y algo que no falta en este país y que vimos
por todos lados son niños. Los senegaleses son polígamos y con cada mujer
tienen varios hijos...así que echa la cuenta.
y así llegamos al puerto. Primero a la zona donde esperan los camiones para ir cargando la mercancía.
Mujeres que se encargan de pelar gambas,
otras limpian pescado, otros lo asan o sazonan, los hay que se encargan de traerlos a la
orilla con baldas que llevan en la cabeza y los que van detrás de estos para ir
recogiendo lo que se les cae, también hay otros que están en el agua por si ha caído
algo de los barcos y así cualquier oficio que te puedas imaginar.
Volvimos a la parte colonial, dejamos la calesa y nos fuimos a dar una vuelta andando por la isla. Nos encontramos esta casa colonial.y una vista perfecta del puente de Eiffel que une la parte continental de la isla colonial.
cosiendo redes
y la gran catedral que está siendo restaurada. Solo hemos encontrado obras en los edificios religiosos.
En Senegal un 90% de la población es musulmana y hay como un 10% que son católicos. Viven en armonía sin ningún tipo de problema. También están los animistas que encontraríamos en el País Bassari, pero estos además son o musulmanes o católicos.
entramos al único museo de todo el viaje. Un museo de fotografía.
y llegamos al parque donde se honra al gobernador que hizo de Saint Luis la capital de toda el África colonial.
Disfrutamos mucho de nuestro paseo, compramos cacaos tostados que estaban buenísimos.
unos niños nos impidieron entrar en la gran Mezquita donde se encuentra un pozo sagrado al que acude toda la ciudad a por agua.
Atracado está un barco para cruceros por el río Senegal. Este gran río es el que separa, haciendo frontera, a Senegal de Malí y Mauritania.
Después de un día fantástico volvimos a nuestro hotel. Queríamos dar un paseo por la playa antes de que anocheciera. La playa es preciosa pero lamentablemente está muy sucia y llena de basura.
con un bonito atardecer nos despedimos de la playa esperando más días tan intensos como había sido este.
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