Empezamos nuestro viaje en la capital,
Tashkent.
Cogimos un vuelo de Aeroflot de
Valencia-Moscú-Tashkent y llegamos a nuestro destino pasada la 1 de la
madrugada. Así que a dormir al hotel que estábamos ansiosos por descubrir este
país del que sabíamos tan poco.
El hotel Shodlik Palace no estuvo mal,
pasamos 2 noches, colchones que se hunden y desayuno bastante completo.
Después de algunas horas de descanso (no
muchas) salimos a descubrir esta inmensa ciudad. Desde el principio nos pudimos
dar cuenta de 2 cosas: Limpieza y orden total y mucho espacio...todo es
inmenso.
Sin un solo sum en el bolsillo salimos hacia
nuestra primera visita. EL tema es que si cambias en el aeropuerto o en un
banco el cambio es de unos 3000 sum x euro, sin embargo si cambias en el
mercado negro la cifra sube a 6500 sum....así que mejor esperar la oportunidad
de cambiar en la calle.
Lo primero que visitamos, para poder entrar
en materia, fue el Complejo Khasti Imam
Es el centro religioso de Tashkent y se
compone de la madrasa Barak Khan donde se encuentra el Corán de Usman, la
mezquita Tilla y el mausoleo Chorsu
Antes de viajar a Uzbekistán habíamos leído
que Tashkent no valía mucho la pena y se podía saltar la capital al organizar
el recorrido de tu viaje. Yo no estoy de acuerdo con esto y creo que es una
partida perfecta para empezar a conocer y a entender este país.
Además el complejo Khasti Imam te sorprende
cuando llegas. Es la primera visita de mausoleos, madrasa y mezquita de
Uzbekistán y nos encantó. Empezamos a conocer personajes importantísimos en la
historia de este país. Por supuesto el más importante Amir Timur, pero también
Ulugbek o incluso un español Clavijo que aportó muchísimo con su libro "Embajada
a Tamorlan" para que hoy se conozca parte de la historia de Uzbekistán.
Antes
de comer aun nos dio tiempo de visitar el Mercado ChorsuComo ya he dicho anteriormente nos sorprendió la limpieza, incluso en el mercado, todo ordenado y ni un solo papel en el suelo. En los bazares (que es como se llaman los mercados aquí) te dan a probar de todo, prácticamente puedes salir comido de allí. Nos sorprendió que comen los huesos de los albaricoques tostados como fruto seco. Están buenísimos y nos trajimos para España un kilo (ya que aquí no hay). También comen todas las posibles clases de yogur natural que puedas imaginar y muchas frutas deshidratadas...incluso el melón. lo probamos pero eso no nos gustó tanto.
A la salida del mercado cambiamos dinero...¡¡¡¡hace falta una bolsa de plástico o una maleta para llevar tanto billete!!!!
Del mercado, y antes de buscar un sitio donde
comernos nuestro primer plov, nos fuimos al metro ya que los rusos construyeron
algunas estaciones del tipo de Moscú o San Petersburgo que seguro merecían la
pena visitar.
La pena es que igual que en Rusia, aquí
también está prohibido hacer fotos en el metro.
Sin duda mereció la pena visitar las
estaciones de metro. Decoradas como palacios, con grandes lámparas, mármoles y
pinturas...
Caminamos por la Plaza de la
independencia...grandes espacios, inmensos edificios, algunos al estilo ruso y
otros construidos posteriormente con un tamaño que resaltara lo suficiente para
no perderse en la inmensidad de las grandes avenidas y plazas.
Llegamos al Parque de Amir Timur donde vimos
una de las tantas estatuas erigidas en su nombre que veríamos a lo largo del
país.
También en este parque se encuentra la
estatua a la Madre feliz que simboliza la madre patria y la sabiduría y que tiene en sus brazos un niño que simboliza el estado joven.
Y finalmente llegamos a la hora de comer y la
verdad es que tuvimos suerte porque nos comimos un autentico y sabroso plov y
la sorpresa vino con la cuenta...menos de 4 euros comer 2 personas.
Después de comer nos fuimos al Museo de
historia para rematar un día fantástico
allí se encuentra una representación del
atril que sujetaba el Corán de Usman y cuyo original veríamos posteriormente en Samarcanda.
También una maqueta de lo que fue el observatorio de Ulugbek (que tambi´ñen visitaríamos en Samarkanda)
El edificio en el que se ubica el museo es
casi un palacio y la colección es muy interesante y yo diría que muy importante
para empezar a viajar por el país conociendo un poco de su historia.
En este cuadro se ve al español Clavijo
Finalizamos nuestra visita y como no hay quien
nos canse aun nos fuimos a un supermercado para cotillear un poco (lo hacemos
en cada país que vamos) y de paso comprar alguna fruta o algo ligero para cenar
en la habitación antes de acostarnos. Al día siguiente volvíamos a madrugar ya
que teníamos que coger un avión a Urgench para ir a Shiva...nuestro
próximo destino
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