Nuevo día en Bujara. Nos vamos
directos al Ark o fortaleza.
La fortaleza de Bujara era lo
primero que cualquiera que pasaba por aquí destruía por lo que ha sido
reconstruida unas cuantas veces.
Hasta 1920 (hace ná) fue la
residencia del gobernador y ahora se ha convertido en uno de los museos
imprescindibles de la ciudad....así que pagamos nuestro derecho a fotos y
entramos a visitarla.Pero antes nos hicimos unas cuantas fotos encima de un camello que encontramos en la explanada de la entrada...un camello precioso...no podíamos dejar pasar la oportunidad.
La muralla o fortaleza es tal que
incluso a Gengis Khan le costó entrar cuando llegó a Bujara. Todos los
habitantes de la ciudad se metieron dentro de la fortaleza y al invasor le
costó más de lo esperado franquearla...una vez lo consiguió saqueó y destruyó a
placer.
Diferentes estancias dentro de la
fortaleza, una mezquita y patios de caballerizas, de los saludos, del primer
ministro...
Después de visitar el Ark cogimos
el coche para realizar las 3 visitas a las afueras de Bujara. Primero la necrópolis
de Chor Bakr.
Su significado es "Cuatro
hermanos" y es Patrimonio de la humanidad.
Un recinto lleno de mausoleos y
patios con tumbas y lo más llamativo lleno de pavos reales.
Este día fue muy especial ya que
los lugares que visitamos estaban llenos de turistas locales venidos de todas
partes. Para ellos nosotros éramos bastante interesantes y para nosotros ellos
eran mucho más.
En Chor Bakr pasamos ratos
jugando con los pavos reales en compañía de grupos de mujeres (los hombres
juntos siempre aparte, como si viajaran por separado) o sentados en lugares de
oración viendo a los grupos llegar para realizar sus rezos y regalarnos una
sonrisa.
Las tumbas no pueden estar
enterradas bajo tierra por lo que todas sobre salen del terreno
Dicen que si pides un deseo y
rezas a 4 de las tumbas en solo un día se te cumplirá.....
La mezquita estaba en plena
restauración.
Y de la necrópolis nos vamos al
Palacio de verano del último emir.
Un palacio de estilo europeo, con
jardines y un gran estanque.
Decoración iraní en las paredes de la entrada al palacio.
El interior del palacio es algo
así como art nouveu. Una preciosidad y sorprendente ya que no esperas
encontrarte algo así en Uzbekistán.
Alberga un museo de trajes...las
estancias son muy llamativas con colores muy vivos
Esa mezcla entre lo oriental y lo europeo hace de este palacio un sitio especial y único.
Salimos del palacio a pasear por
los jardines y cerca del estanque paramos a tomarnos un té y disfrutar del
lugar y de la gente que se encontraba allí.
A la torre ya no se puede
subir...por seguridad nos dijeron
Y antes de volvernos a Bukhara
aun visitamos el Memorial de Bakhouddin Naqshband
5 siglos dicen que se dedicaron a
construir este complejo que es uno de los sitios más sagrados de Bukhara.
Acoge la tumba de Bakhouddin uno
de los sufís más importantes.
En cualquier caso no se sabe
mucho de él ya que tenía prohibido a sus seguidores anotar o guardar de
cualquier manera nada de lo que él decía...así que sus enseñanzas solo quedaron
en la memoria de sus fieles.
Pasamos una mañana genial y aunque
se había hecho un poco tarde no nos íbamos a saltar la comida por nada del
mundo, así que fuimos a probar otro de los restaurantes recomendados, el
Minzifa.
En una terraza, con vistas a los
techos de los edificios del centro y con un colegio en frente de donde salían
niños a formar antes de las clases de la tarde, comimos de cine.
Un pequeño descanso después de
comer y salimos por la tarde con algunos objetivos claros..compras que
queríamos hacer y mucho regateo.
Nos pararon a mitad de paseo, la
televisión nacional quería preguntarnos alguna cosa..por lastima no nos pudimos
grabar, yo llevaba la cámara conmigo y no pegaba en mitad de la grabación parar
para dársela a Nati....así que por segunda vez en mi vida me entrevistan en la tele
sobre ¿porque estoy visitando este país? etc....otra experiencia más.
Nos perdimos (adrede) caminado
por Bukhara...queríamos aprovechar al máximo nuestro tiempo en esta
ciudad...así acabamos hasta metiéndonos en una gran mercado de muebles.....
Nos metimos en una tienda de marionetas que nos encantó, pero ya habíamos comprado en Jiba nuestra marioneta...
Y cuando atardecía nos fuimos a
la terraza enfrente del Ensemble Poyi Kalan.
Tuvimos mucha suerte y casi nada
más llegar quedó libre una mesa con unas vistas a la plaza geniales. Nos tomamos un par de cervezas
uzbekas mientras veíamos anochecer.
Cena de despedida en una antigua madrasa restaurante que encontramos casi de casualidad. No había nadie, lo cual no daba muy buena espina, pero el sitio era chulísimo y finalmente cenamos fenomenal.