Todos
los días que habíamos estado en Budapest había estado cerrada la Sinagoga, pero
hoy por fin habría sus puertas
La
segunda más grande después de la Israel
Preciosa,
sin duda la más bonita sinagoga que hemos visto hasta el momento
Debes
de llevar la cabeza tapada, pero si no llevas gorro te prestan una Kipá.
Saliendo
de la Sinagoga llegas a un patio donde se encuentra el Árbol de la vida
En la pared del cementerio miles y miles de nombres de judios húngaros qeu murieron en el genocidio nazi
El museo tiene 2 partes en diferentes lados del parque, accedimos a la primera que era basicamente audivisual y la más interesante que casi nos perdemos ya que está un poco escondida.
Sin duda bastante más interesante que el museo judío qeu unas semanas antes habíamos visitado en Berlín.
Salimos
del Museo Judío y cogimos el camino directo hacia el otro lado del río pasando
algunos edificios destacables.
Cruzamos
el puente Elisabeth para darle una vuelta al Gellert hoy que no llovía
Por fuera el Gellert es casi tan impresionante como por dentro, es un edificio muy original que recuerda un poco a Gaudí.
Empezamso nuestra subida hascia la Ciudadela
Las vistas desde aquí del puente y de Pest son fabulosas
También las de la ciudadela
Pero
antes de subir a la Ciudadela visitaríamos la capilla en la roca, Sziklatemplom
se construyó en 1926 en la colina de Gellert de cara al
Danubio, se basaron el Lourdes al construirla
Esta iglesia se dedicó a los polacos que murieron durante la
Segunda Guerra Mundial
Y salimos de la capilla dispuestos a darnos la caminata hasta la Ciudadela, menos mal que no hacía nada de calor....
Y detrás de el se encuentra la Ciudadela y unas vistas maravillosas
Que pena que estubiera nublado
Algunos cañones como recuerdo de que esta era la parte defensiva de la ciudad
Y nos preguntábamos ¿donde está Gerardo?
Y empezamos el descento por el lado opuesto con la esperanza de encontrarlo, y así fue.
Igual que en la ciudadela había bastante gente, aquí no había nadie...
Y seguimos con nuestro descenso que nos dejó un poco retirados del punto de partida
Sobre todo porque yo tenía antojo de comer en un restaurante enfrente del Mercado central que tenía muy buena pinta, así que comenzamos el paseo rodeando la Colina de Gellert pero esta vez por abajo.
Y acerté ya que estubo realmente bien el sitio y la comida
Después de comer nos fuimos al Museo Nacional
Como el resto de museos que visitamos en Budapest, no nos decepcionó en absoluto
Y es que no solo son las obras que alberga el museo, que son dignas de ver, si no tambien el propio edificio y las salas.
Quedan represantadas en este museo casi todas las épocas
Además de porcelana, pinturas, mobiliario....una moto con sidecard
En la parte baja, una exposición de fotografía.
Y después de un día intenso y lleno de cultura nos habíamso ganado el ir a un nuevo café
Estavez el elegido fue New york Café
IM-PRE-SIO-NAN-TE
Y no me refiero solo a los pasteles, el local es el más lujoso de los cafés que visitamos en Budapest
Saciados de dulce y de esplendor terminamos las visitas de
este día con la ilusión de que aún nos quedan días para disfrutar de Hungría
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