Santa
Cruz nos sorprendió. Pensábamos que no iba a tener ningún encanto y nos
encontramos con una ciudad bastante interesante. Estos son algunas de las pinturas que nos encontrábamos en la sparedes de plazas y calles.
Calles
con soportales, casas coloniales , patios interiores y una gran diversidad de
museos.
no metimos en el ayuntamiento, el cual no se visita pero nos dejaron pasar igualmente.
Una gran catedral con museo y posibilidad de subir a la torre para ver las vistas de la ciudad
Varios museos de arte en antiguos edificios que han sido acondicionados para albergar este tipo de exposiciones
La ciudad nos dio lo suficiente para pasar este último dia la mar de ocupados.
y de esta forma nos encontramos esta exposiciónd e fotografía
entramos
a comer en un sitio bastante interesante. Un patio interior, buena decoración y
buena música y platos elaborados que mezclan la comida boliviana
Otra exposición en un edificio que nos recordó un montón a La Habana
Rematamos la tarde con un super elado con tarta y como no, antes de volver al hotel nos hicimos un zumo natural de mandarina en la calle.Despedida por todo lo alto a Bolivia un país que merece mucho más de lo que tiene, por su gente maravillosa, tranquila, pacífica y generosa y por la maravillosa cultura que tienen y que espero no pierdan nunca.
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