domingo, 11 de enero de 2015

Argentina 2014-15 - San Antonio de Areco



En unos días de calor asfixiantes visitamos San Antonio de Areco, una ciudad de Gauchos con interesantes museos, entre ellos uno dedicado al pintor Molina Campos, pintor que conocemos gracias a nuestros amigos y que nos encanta.


Nos alojamos en una maravillosa posada llamada Posada de la Plaza, fantástico el lugar y la casa que disponía de todas las comodidades, además de estar muy céntrica


La primera visita la hicimos a la Parroquia de San Antonio de Padua.



Entre los años 1710 y 1714 hubo varias invasiones de indios, que mataban, destruían, quemaban y hacían grandes estragos sobre la población. A consecuencia de ello la gente del pueblo de Areco hizo la promesa a San Antonio de Padua de construir una capilla en su honor si se veían libres de los indios. Parece que lo consiguieron (no quiero imaginar como) y por eso construyeron la iglesia en 1720.


Andamos un poco por la Plaza principal y a comer en un sitio que esté fresquito. Yo había pasado mala noche con mi estómago y este día me salte las comidas, pero elegimos un lugar, aparentemente regentado por vascos (por las banderas que colgaban del techo), que además de estar muy bien decorado servían unos platos con muy buena pinta que yo no pude degustar. Eso sí, empecé mi dieta a base de té de Boldo.




Y de ahí al río, para ver el puente viejo. La verdad es que la población está un poco dejada, las calles están destrozadas y nada cuidadas, posiblemente porque hubo una riada que destrozó el pueblo y no ha habido dinero para reconstruir el trazado de la ciudad o se ha gastado en otras cosas.....



El puente viejo pintado de rosa.....sin comentarios.


Vimos algún gaucho por la ciudad camino precisamente del Museo Gauchesco


Tuvimos que dar una gran vuelta para llegar a causa de una obras pero al final lo conseguimos.
El museo sufrió los estragos de la riada pero actualmente está completamente reconstruido y según nos explicaron las obras fueron restauradas por los trabajadores del ayuntamiento (incluidos los vigilantes) que aprendieron el oficio para entre todos abrir lo antes posible los museos de la ciudad.



Y la última parada tenía que ser la más esperada, el Museo de las Lilas.



Después de un audiovisual que nos contaba un poco la rutina gauchesca de aquellos días pasamos a ver una exposición de los cuadros de Molina Campos.



De camino a la Posada pasamos por la casa española.



Y la Parroquia de San Patricio, una iglesia irlandesa que se construyó debido al gran número de irlandeses que emigraron a estas tierras.



Al día siguiente empezamos con una visita que ofrece la oficina de turismo gratuitamente al cementerio de la ciudad.



 Una de las tumbas más interesantes es la de Segundo Sombra, el personaje de la novela del famoso escritor de esta ciudad Ricardo Güiraldes que fue un personaje real y está enterrado aquí.

 Sin duda una visita interesantísima y muy bien conducida por la guía


EL Museo de la Usina, pequeño museo con diversos objetos antiguos.



Es sorprendente encontrar siempre en estos museos, da igual el país o continente, una máquina de coser Singer.


Y nos fuimos a comer a una de las antiguas Pulperías de la ciudad. La esquina de Merti


El sitio maravilloso y la comida muy buena, yo aún recuperándome me tuve que conformar con una pechuga a la parrilla.



Después de comer hicimos una ruta andando visitando las antiguas fachadas de la ciudad.



Llegamos al museo La Recova que estaba cerrado.



Pero el que si que encontramos abierto fue el de Gasparini.



Y dentro del museo quien mejor para explicártelo que el propio pintor.






Interesantísima visita, mi favorita, que acabó con regalo del pintor que nos dio una lámina con uno de sus dibujos.



Y así terminamos nuestras visitas a la ciudad, era tiempo de volver a Buenos Aires, pero antes haríamos una paradita en Capilla del Señor.



Visitamos su iglesia principal y dimos una vuelta por el centro.




Disfrutamos de la zona a pesar del calor.


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