Por fin llegó el 25/12 Navidad, el día que
volvíamos por cuarta vez a Argentina, con unas ganas locas de reencontrarnos
con nuestros amigos y pasar unos días con ellos visitando nuevos lugares de
este inmenso país.
Llegamos a Buenos Aires y después de una
ducha y reponernos brevemente de nuestro largo viaje empezamos nuestra visita una vez más a la
capital del país.
Hemos pasado infinidad de días en Buenos
Aires pero siempre hay algo nuevo que conocer y lugares donde, aunque ya hemos
estado, nos apetece siempre volver.
Fuimos al Museo de la Usina, no había en ese
momento ninguna exposición por las fiestas, pero llegamos justo a tiempo de
formar parte de una visita guiada por lo que fue la antigua fábrica de energía.
Se encuentra en la Boca y es una antigua
fábrica de la compañía italoargentina CIAE, funcionó 80 años pero al final se
la quedó el estado que la nacionalizó y posteriormente la abandonó hasta que se
arruinó del todo.
Ahora la han restaurado para convertirlo en
lugar de cultura, con auditorios y salas de exposiciones. Muy interesante.
También visitamos el museo del cine que se
encuentra en un edificio anexo a la Usina.
Y no podíamos irnos de el barrio de Boca sin visitar una vez más su parte más turística
Edificios de colores ya que en su tiempo era un barrio pobre de la ciudad y sus habitantes usaban la pintura que tenían para pintar hasta donde llegaba, por ese motivo quedaron paredes de varios colores convirtiendo el barrio en lo que es ahora la mayor atracción turística
El papa argentino no falta en ningún rincón
de la ciudad...la presidenta estará que arde ya que en su día era una especie
de enemigo de la excéntrica mandataria de este país.
Y cogimos un taxi para ir a ver un museo que
se encuentra justo detrás de la Casa Rosada, pero todo, incluida la Catedral,
estaba cerrado a causa de la salida del Rally Dakar (no sé cómo se llama ahora
que se celebra en Sudamérica) que se salía
en unos días desde la Plaza de Mayo.
Dimos una vuelta por la Plaza y caminamos por
la gran avenida donde se encuentra el Gran Monolito, uno de los símbolos de la
ciudad.
Sacamos entradas para visitar El teatro Colón y
mientras se hacía la hora de la visita guiada nos tomamos algo fresquito en Little Colón
El Teatro COlón, como todos los importantes del mundo, es espectacular
Es el teatro opera de la ciudad y se puede
visitar desde el 2010, nosotros llevábamos 7 años sin ir a Argentina por lo que
no habíamos nunca entrado a visitarlo.
La sala con capacidad para más de 600 personas es uno de los platos fuertes de la visita.
el escenario tiene una profundida igual al aforo de la sala,
Tuvimos la oportunidad de visitar un palco.
Regresamos al calor de la calle para nuestro regreso al apartamento de nuestro gran amigo y preparar las cosas para el viajecito del día siguiente que haríamos a la ciudad Gaucha de San Antonio de Areco.
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