Nuevo día en Buenos Aires después de nuestra
escapadita a San Antonio de Areco, nos dirigimos hacia la zona de Congresos.
Por esta parte de Buenos Aires encontramos un
montón de edificios interesantes, art decó y modernismo.
Tuvimos suerte y llegamos a tiempo para
visitar el congreso por dentro.
Y digo que tuvimos suerte porque todo fue
gracias a una equivocación de las taquilleras, según nos enteramos más tarde,
ya que este día estaban preparando algún acto oficial y no deberían habernos
vendido entradas.
Aprovechamos de esta forma para visitar uno
de los congresos más grandes del mundo y de paso nos cruzamos con el
vicepresidente (futuro preso por corrupción).
No daba tiempo a dar una vuelta más por la
zona y poco más ya que queríamos estar a las 15:00h en la manzana de las luces.
Así que fuimos a comer a una de las famosas cafeterías de Buenos Aires
"Los Angelitos"
Muy muy mala idea ya que fueron tan tan
lentos que nos hicieron imposible la visitaque teníamos programada...más de una
hora para servirnos...horrible!!
Hay muchos buenos cafes en Buenos Aires, a
este no volveremos más sin duda....pero para quitarnos la espina del café (en
Los Angelitos comimos y nos fuimos sin café ni postre) nos fuimos al Hotel
Savoy
Esto sí que fue una buena elección, la sala
es preciosa, el café buenísimo y las tortas (como ellos les llaman) exquisitas.
Seguimos dando una vuelta por la zona
mientras hacíamos tiempo ya que habíamos reservado entradas para visitar el
palacio Barolo.
Entramos al hotel donde Federico García Lorca
había estado hospedado en Buenos Aires para ver si se podía visitar la
habitación. No se podía, pero no sé si temporalmente o es que nunca se visita.
Así que a la hora prevista nos fuimos para el
Palacio Barolo
Los arquitectos se inspiraron en la Divina
Comedia de Dante para construir y diseñar el palacio.
La intención de estos es que los restos de
Dante acabaran enterrados en este palacio, pero el gobierno italiano nunca lo permitió.
este edificio tiene las mejores vistas de
toda la ciudad, ya que es alto, está céntrico y no tiene ningún edificio cerca
que tape la vista en ninguno de sus cuatro costados.
En el piso superior un faro que por la noche
se enciende y, dicen, ilumina toda la ciudad....
Una vez visitado el infierno (piso de abajo)
y el cielo (piso superior), pasamos a ver una de las oficinas donde se
encontraba una vieja edición de La Divina Comedia.
Y no se si es la mejor forma de terminar esta entrada, pero este cartel nos llamó mucho la atención.
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