Llegamos a Vilnus tempranito, encontramos fácilmente nuestro hotel Doremihostel
Muy
cerca del centro pero con posibilidad de aparcar (cosa que en el centro es
imposible) tan solo a unos 10m de la plaza de la catedral. Para aparcar hay que
pagar zona azul pero puedes pagar todo el tiempo de una vez por lo que no
dependes de ir echando monedas cada cierto tiempo.
Una vez acomodados salimos inmediatamente a conocer la ciudad
Primera
parada ya que es lo más cerca que teníamos del hotel, fue la iglesia de San
Pedro y San Pablo. Estaba cerrada por lo que solo la vimos por fuera.
Llegamos al río desde donde pudimos
contemplar una maravillosa vista de la ciudad, el contraste de sus modernos
edificios con el río. Todo al lado contrario de nuestro camino que se dirige
directamente al centro histórico de la ciudad.
En nuestro paseo hacia la plaza de la
catedral pasamos por el teatro.
Y llegamos a la plaza de la Catedral
Una llamativa fachada blanca con la torre
apartada de la catedral haciendo un bonito conjunto
Lo cierto es que su interior no es de los que
llaman la atención.
sin
duda lo destacable de esta catedral, así como del resto de la arquitectura en
esta ciudad, es el blanco, que está constantemente presente también en su
interior.
En la plaza
principal hay una estatua Monumento al
Gran Duque Gediminas. El monumento al fundador de la ciudad de Vilnius.
Desde que se ha levantado, recientemente, la estatua ha provocado amor
y odio entre los habitantes de Vilnius. Se le reprocha el hecho de que el duque
tiene una espada a pesar de que nunca fue guerrero. Además, muchos mantienen
que el pedestal emite grandes niveles de radioactividad como resultado de la
tragedia de Chernobil y que no es recomendable quedarse cerca más de tres días
consecutivos.
Y desde la plaza se ven Las Tres Cruces. Estas tres cruces blancas
marcan los sitios donde fueron crucificados tres monjes, aunque no son las
originales ya que estas fueron derribadas y enterradas por las autoridades
soviéticas después de la Segunda Guerra mundial
Y desde la plaza seguimos nuestro paseo hasta
la Iglesia de San Asís.
Lo mejor es siempre pasear y descubrir nuevas
plazas y rincones y esta ciudad no es tan grande como para no recorrérsela de
cabo a rabo.
Y llegamos de esta forma a Uzupis.
El significado en lituano es algo así como
"Al otro lado del río" y es textual, ya que debes cruzar un río para
entrar en este pequeño "estado".
Un estado dentro de una capital, con su
propia constitución y presidente
Es un barrio de artistas que se declaro así mismo republica (no reconocido por nadie) y que tiene hasta un ejército compuesto por 12 personas
Y volvimos a cruzar el río para dirigirnos a
la Calle de la Literatura
Lo más destacable es que las paredes están
llenas de figuras que representan a todos los literatos del país.
Por el camino nos encontramos la Iglesia
Ortodoxa Rusa.
Llegamos a La universidad con idea de
encontrar algún restaurante por la zona, ya que no encontramos ninguno
decidimos visitarla antes de comer.
La iglesia
Construida por el rey de Polonia en 1579 y dirigida por los jesuitas
que se encargaron de llevarla durante dos siglos. Se convirtió así en uno de
los mayores centros de la cultura polaca. En el siglo XVII, pasaron por sus
aulas grandes eruditos. Fue cerrada por los rusos en 1832 para ser reabierta en
1919. Hoy en día tiene 14.000 estudiantes y sus bibliotecas guardan alrededor
de cinco millones de libros.
Pero lo más espectacular es sin duda la
biblioteca
La parte visitable no tiene libros, pero
puedes alucinar con las paredes pintadas.
Parlamento. Este edificio fue un lugar muy importante en la
reciente historia de Lituania. Miles de personas se reunieron dentro y fuera de
este edificio el 13 de enero de 1991 para mostrar la oposición a los Rusos.
Todavía quedan algunos restos de las barricadas que se levantaron entonces para
proteger el edificio de posibles ataques de las tropas soviéticas.
La Iglesia de San Nicolas
Comimos fenomenal y seguimos hasta las puertas de la ciudad
La puerta es la única que queda de las 5 que antiguamente había en la
ciudad
Y en ellas el santuario Holly Dawn, un santuario dedicado a la Virgen
María.
El Mercado
Ya bien entrada la tarde llegamos a la iglesia ortodoxa de Nuestra Señora de la Señal.
Museos que no visitamos...no se puede tener todo...
Iglesia de San Pedro y san Pablo. el exterior no es muy llamativo, pero su interior
barroco merece ser visitado. Se pueden ver miles de esculturas, relieves de
plantas y animales, personajes reales y míticos.
El atardecer lo vimos a orillas del río que da nombre a la ciudad
Y después de un descanso merecido salimos a cenar y no podíamos haber
elegido mejor
Y después de un descanso merecido salimos a cenar y no podíamos haber
elegido mejor, cenamos en fortodvaras buena comida y un local para visitar por su decoración.
Después de la cena un corto paseo ya que el día había sido muy largo y aún quedaban muchas cosas que ver en este viaje...
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