Nada
más entrar con el coche a la ciudad de Riga ya pudimos adivinar que esta ciudad
nos iba a encantar. La vista del río con los edificios modernos del otro lado
de la ciudad era solo un anticipo de lo que nos aguardaba en el lado.
Dejamos
el coche fuera del centro ya que enseguida nos dimos cuenta que no íbamos a
poder aparcar cerca del hotel. De todas formas no tuvimos que andar mucho hasta
nuestro hotel que estaba muy muy céntrico. A un paso de todo.
El hotel estuvo genial, habíamos
leído sobre lo escandaloso que es el centro de Riga y como en la mayoría de los
hoteles no se puede dormir sin tapones. No fue el caso de nuestro hotel Kolonna Riga Hotel
Nos
dieron una habitación el piso 5º que además de ser muy confortable fue muy
silenciosa.
Salimos
rápidamente a dar una vuelta por la ciudad. Lo que habíamos visto hasta el
momento nos había encantado y queríamos ver más.
La
primera parada, inevitablemente fue la plaza donde se encuentra el edificio de
la casa de los Blackheads
Edificio
de los solteros comerciantes que crearon como punto de reunión
Son
incontables las veces que pasamos por esta plaza en nuestro 2 días en Riga, y
en cada una de esas ocasiones nos quedamos mirando la fachada de este bello
edificio.
Y
desde la plaza se ve la torre de La Iglesia de San Peter que es el santo patrón
de la ciudad.
Ladrillos rojos para un macizo edificio del 1408 que fue construido para sustituir una iglesia de madera que se levantaba en el mismo lugar. La aguja de madera, la más alta de Europa, fue destruida por los bombardeos alemanes en 1941 y lo que hay ahora en su lugar es una réplica de acero de 122 metros
Ladrillos rojos para un macizo edificio del 1408 que fue construido para sustituir una iglesia de madera que se levantaba en el mismo lugar. La aguja de madera, la más alta de Europa, fue destruida por los bombardeos alemanes en 1941 y lo que hay ahora en su lugar es una réplica de acero de 122 metros
Una de las cosas que no pudimos hacer durante
nuestra estancia en Riga fue visitar museos, todos estaban cerrados los 2 días
que estuvimos allí por las fiestas de Pascua por lo que nos tuvimos que
contentar con visitar las iglesias, catedrales, pasear por la ciudad y disfrutar
de su arquitectura. Descubrimos un montón de rincones en esta pequeña capital.
Hay 2 edificios similares que se llaman Gran
y Pequeño Gremio. EL Gran Gremio era para los mercadores de la ciudad y el
Pequeño Gremio para los artesanos.
Y casi
sin darnos cuentas llegamos al Monumento a la Libertad. Este monumento es un poderoso
símbolo de la nación, pagado y levantado por los habitantes de Riga en 1935,
que ha sobrevivido las cuatro décadas de dominio soviético. Una broma popular
durante la época comunista era que el monumento era en realidad una agencia de
viajes, pues todo aquel que depositaba flores en él tenía garantizado un
billete de ida a Siberia. En la actualidad, es el monumento de su tipo más alto
de Europa.
Cena típica letona y a descansar que mañana queremos aprovechar el día
para no perdernos nada de esta preciosa ciudad.
No nos íbamos a perder la fachada más bonita de Riga iluminada,,,,,,,
Empezamos el día cruzando a la otra parte del río para visitar el Mercado
Central que se ubica en antiguos hangares para zepelines de 1930.
Por todas partes habían una especie de madalenas que deben
ser típicas de estos días de Pascua y que tenían una pinta genial.
A pesar de nuestro buen desayuno decidimos comprar una para
probarla.....acabo siendo comida de las gaviotas....
Desde el mercado se veía un edificio que llamó nuestra
atención, así que fuimos a verlo...
Resultó ser la academia de ciencias
Y enfrente de la Academia de ciencias hay una iglesia
ortodoxa que no aparece en los mapas pero que nos apeteció visitar.
Y de vuelta al centro para seguir visitando sitios.
Y llegamos a uno de los edificios que más me gustaron Los
tres Hermanos
las tres
viviendas más antiguas de la ciudad que, según cuenta la leyenda, fueron
construidas por tres hombres de la misma familia en diferentes épocas .
El primero o hermano mayor (el edificio blanco) fue construido en el siglo XV y es uno de los pocos edificios típicos medievales que se conservan intactas en la ciudad letona. Es de gran sencillez, sin ningún tipo de ornamentación, sólo dos pilares de piedra a la entrada. El segundo o hermano del medio, se dice que es el más espléndido, en cuanto a la ornamentación de la fachada, y era quizás el más rico.
El tercero y más joven de los hermanos, el de color verde, fue construido a finales del siglo XVII y es el más estrecho de los tres. En la fachada destaca una máscara que protege el edificio de los poderes del mal.
EL camino hasta el Castillo es muy tranquilo, al menos en
estas fechas, no nos cruzamos turistas, no había un alma.
Actualmente alberga un zoo pero ahora parece que esta en
rescontrucción ya que hace no mucho sufrió un incendio.
Se encuentra en las orillas del río.
Fue construido por los Caballeros de la Espada en 1330 como una fortaleza
para proteger a la parte norte de la ciudad. Fue ocupado por los suecos que lo
destruyen parcialmente en 1641 durante la Guerra del Norte. Fue reconstruido otra vez en el siglo XVII
y una vez más en el XIX cuando se convirtió en la sede del
gobernador.
Tomamos rumba a la zona Art deco, pasando por algunos
edificios destacables como La Ópera
Un poco de arte urbano con la gran catedral ortodoxa de
fondo
La Catedral de la Natividad
construida en un estilo neo-bizantino entre 1876 y 1883, durante el período en
que el país formaba parte del Imperio ruso. Es la mayor catedral ortodoxa en
las provincias bálticas construidas con la bendición del zar Alejandro II de Rusia
por iniciativa del n gobernador general y obispo Piotr Veniamin Karelin. Durante
la Primera Guerra Mundial, las tropas alemanas ocuparon Riga y se volvió su
mayor catedral ortodoxa rusa en una iglesia luterana. A principios de 1960 las
autoridades soviéticas cerraron la catedral y convirtieron su edificio en un
planetario. La catedral ha sido restaurada desde que Letonia recuperó su
independencia de la Unión Soviética en 1991.
La mezcla de los débiles sonidos
de oración con el olor a incienso hicieron para mí que este lugar fuese por un
momento un sitio realmente mágico.
Y llegamos a la Zona Art Deco
Una gran extensión llena de
edificios Art Nouveau, en algún sitio leí que es el 40% del centro histórico de
Riga, lo cual es más que en casi cualquier ciudad europea.
Esta es una de las razones por la
que Riga es Patrimonio de la Humanidad.
Llegamos al Museo de Art Nouveau
y ¡estaba abierto!....
Lo primero que te encuentras es
una maravillosa escalera que te invita a visitar el museo
El personal va disfrazado de la época
para que no pierdas la sensación de cruzar a otra época.
El museo no tiene desperdicio, es
muy interesante, sobre todo si te gusta tanto este tipo de arte como a nosotros.
Decidimos tomar un descanso antes
de volver al centro para comer en una restaurante al que le habíamos echado el
ojo. Así que fuimos buscando un par de cafés que recomendaba nuestra guía.
Buscandolos tuvimos la oportunidad de explorar la zona...
Y eso es lo que nos llevamos porque los 2 cafés que buscabamos estaban cerrados...
Volviendo al centro para comer
nos quedamos perplejos al encontrarnos como de un rectángulo de hierro surgía
una virgen......
Y por fin llegamos al Restaurante Province donde comimos fenomenal en sitio genial y en el mismo centro.
Un buen descanso antes de continuar..................................................................................................
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