jueves, 24 de octubre de 2019

Montenegro 2019


Salimos de Dubrovnik con dirección a Montenegro.
Casi 2hs para pasar la frontera. Al entrar en el país otro atasco.
La idea era hacer una paradita en Herceg Novi, pero a la altura de esta ciudad había muchísimo tráfico y desde la carretera se adivinaba un Benidorm montenegrí, así que continuamos camino hacía Perast.
El recorrido en coche es precioso, tienes que rodear todo el golfo pasando por pequeñas ciudades costeras.
Llegamos a Perast.
Aparcamos en la parte alta y bajamos por sus callejuelas hasta la orilla del mar, donde esta la vida de este pueblo.
Lo primero que hicimos es sentarnos en Dardin a tomarnos un café con una tarta de Perast, una tarta de almendras con licor de rosas.
Visita a la iglesia y paseo por la orilla
En frente las islas, con la Iglesia de Nuestra señora de las Rocas y el monasterio de San Jorge
Un hotelazo con bandera española
Una maravillas de pueblecito, lleno de palacios estilo veneciano y con un entorno de película.
Decidimos coger uno de los botes taxi que te llevan a la isla donde se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de las Rocas, después de discutir un poco de fútbol con un par de montenegrinos, a los que  finamente contratamos para ir a la isla. Y eso que se negaron a darnos la razón.
El Monasterio de San Jorge, que se encuentra en la isla de al lado, no es visitable.
A la vuelta de la isla dimos otro paseo por el pueblo antes de volver a coger el coche y salir para nuestro destino final. Kotor.
Paramos en una playa de camino a Kotor, muy cerca ya de la ciudad.
Conseguimos aparcar no muy lejos del centro en un parquin gratuito que nos había recomendado la dueña del apartamento que alquilamos. Una cervecita antes de adentrarnos en esta ciudad patrimonio de la humanidad
La entrada a la ciudad ya lo dice todo. Una muralla a lo largo de la montaña sencillamente espectacular
Cogimos nuestro apartamento. Por fuera daba miedo al ver el patio, pero por dentro totalmente reformado y con todas las comodidades.....solo con que pintaran el patio...
Otra ciudad invadida por los cruceristas. En cualquier momento desaparecerán.
No es de extrañar que esta ciudad sea patrimonio de la humanidad. Está completamente conservada y es una gozada pasear por sus calles a las que tienen prohibido acceder los coches a motor.
EL cuadro de fusibles de nuestro apartamento es de antes de Cuéntame.
Salimos a cenar en nuestra primera noche en Kotor
Hay muchísima oferta. Nos decidimos por Regina del Gusto.
Saliendo de las murallas hay una vista de la ciudad amurallada iluminada que pide foto.

Kotor es la ciudad de los gatos. Están por todas partes. Incluso tienen su museo.
Segundo día en Montenegro.
Cogimos el coche y salimos de Kotor para subir por la P1, una carretera panorámica espectacular que llega hasta el Parque Nacional Lovcen
Nos moríamos por parar en cada curva y ver las vistas. Menos mal que tuvimos paciencia y lo hicimos en los miradores
Entramos al parque nacional Lovcen y aunque paramos a hacer algunas fotos de los montes, nuestro destino sería el Mausoleo de Petar II
Hay que subir por un tunel que atraviesa la montaña y llega hasta la puerta del mausoleo.
La subida merece la pena y es necesaria para poder disfrutar de las mejores vistas.
Este hombre fue príncipe soberano y obispo de Montenegro y pidió expresamente ser enterrado en este lugar.
Sin duda no tenía mal gusto el tal Petar II
Después de llenarnos los pulmones de aire sano y quedarnos embobados con los paisajes, descendimos hasta llegar a la ciudad de Cetinje.
Lo primero que llama la atención, después de más de una semana por Croacia y Montenegro, es que esta ciudad no tiene murallas.
Visitamos la pequeña Iglesia de San Jorge
Sin embargo permaneció libre y sin ataques de los otomanos que tanto dieron por saco a sus paisanos de la costa.
Entramos a ver el Monasterio de Cetinje, donde tuvimos que hacer cola para ver  los restos de San Pedro de Cetinje y la mano derecha de San Juan Bautista.
 Y nos pegamos una buena comilona en Dvor
No nos privamos de nada
Después de la comida cogimos el coche para dirigirnos a Budva
Paramos en una playa de las afueras donde nos dimos un baño y descansamos un poco. Desde allí se veía Stevi Stefan.
Otra ciudad costera amurallada.
Calles estrechas, muchos comercios y ese aire de ciudad de vacaciones que tiene las ciudades con mar.
Entramos en la iglesia de San Juan.
Y en la de la Santísima Trinidad
Pero uno de los platos fuertes es recorrer su fortaleza.
Por supuesto pasando por caja.
Dentro había una exposición de los barcos de diferentes descubridores y por supuesto aquí los españoles tenemos mucho que decir.
Budva es una península, la Gari Gras (centro histórico) está casi metida en el mar, rodeada de murallas defensivas.
Recorriendo esta parte de las murallas hay vistas tanto de la costa, como del centro.
Dentro de la fortaleza, entre las habitaciones que se pueden visitar, está la Biblioteca
El techo de las salas es un jardín
Esta señora no podía estar mejor para que le hicieran una foto
Pero sin duda, la estrella de las atracciones de Budva es la escultura de la bailarina.
Esta estatua representa a una bailarina que murió en la orilla esperando a que su amado volviera de su día de trabajo en el mar.
La pose para estar esperando no parece muy cómoda.
Lo cierto es que la imagen de Budva al fondo, el mar y la Bailarina forman un conjunto de salvapantallas.
Nos volvimos a casita, cenamos tranquilamente en el apartamento dándole cuenta una botellita de vino montenegrí. Vranac
Tercer día en Kotor
Iglesia de Santa Clara.
Este día íbamos a hacer un free walking tour por la ciudad de Kotor y de esta forma enterarnos un poco de su historia.
Antes salimos por su parte trasera y nos sorprendió este paisaje.
Kotor ha pertenecido a los imperios bizantino, romano y a la Republica de Venecia
En la segunda guerra mundial, no fueron los alemanes, sino los italianos los que invadieron la ciudad.
Los italianos aquí se sentían como en casa, trataron bien a la población y convivieron sin demasiados problemas
Aunque estubieron en el lado de los perdedores se quedaron en la ciudad una vez terminada la guerra, pero los ciudadanos de Kotor, no los querían ya aquí, así que los expulsaron.
Destruyeron todos los símbolos italianos y los sustituyeron por símbolos comunistas.
Kotor era rica y muy deseada, pero en lugar de crear un gran ejercito, pagaba a otros para que la defendieran
La catedral ha tenido que ser reconstruida varias veces a causa de los terremotos
El motivo por el que hay tantos gatos, es para proteger la ciudad de las ratas que llegan procedentes de los barcos.
Aquí viven muy bien, hay un refrán en Montenegro que dice "Eres más perezoso que un gato de Kotor".
Aquí, al igual que en Dubrovnik, también nos contaron que Tito fue el causante de que se pudiera construir Yugoslavia, una unión de los estados bálticos que siempre habían estado en guerra.
Tito recibió mucho dinero de USA para ciencia e investigación espacial, pero se lo gastó en otras cosas que creyó más importantes, no cumpliendo con el pacto que había hecho con los americanos.
 Fue invitado a la Casa Blanca y allí, aun sabiendas de que no se podía fumar, se encendió un puro, que para más recochineo, era Habano.
 Aquí dicen que ese puro le costó mucho a Yugoslavia.
 Por la tarde subimos las murallas, vimos anochecer desde lo más alto.
 Por la noche concierto en la calle (no duramos mucho tiempo).
 Pero antes cena en casa con una botella de vino Rubinov y otra de Prokupac.
 Una buena despedida de Montenegro. Al día siguiente seguiríamos nuestro viaje dirigiéndonos a Bosnia.