Volvimos el puente del día del trabajador a
Sevilla después de 18 años. En España las ciudades cada vez tiene más que
ofrecer al turista y eso repercute también en que ya es muy difícil visitar una
gran ciudad española evitando alguna que otra cola. Lo bueno es que encuentras
partes de la historia de las ciudades que antes no podías visitar y que ahora
están a nuestro alcance con facilidades para poder ir descubriendo nuevos
lugares.
Llegamos ya tarde, así que nos dio tiempo a
recoger las llaves de nuestro apartamento y salir a cenar a El Rinconcillo que
no nos pillaba demasiado lejos.
Empezamos genial, ya que tuvimos la suerte de
encontrar una mesa en este lugar imprescindible de Sevilla.
Después de llenar el estómago con una tapas
buenísimas, seguimos nuestro recorrido al centro pasando por los Parasoles de
Sevilla. Una construcción que se terminó en el 2011 y por lo tanto no habíamos
tenido la suerte de ver.
Subimos al primer piso, pero es posible subir
a un mirador que hay en lo más alto. Otros días nos asomamos pero la cola era
tremenda y no pensamos que mereciera tanto la pena.
Así que continuamos paseo hasta la catedral y
la Giralda. Había que verla de noche.
Esta parte es de las que no ha cambiado tanto, y quedaba en el recuerdo más o menos igual a lo que nos encontramos.
Dimos una vuelta por los alrededores y cuando
nos dimos cuenta ya era tardísimo. Volvimos a descansar que al día siguiente
había que aprovechar al máximo.
Primer día completo y un desayuno estupendo
en Otto, con unas tostadas de mollete con tomate y aceite y otras con mermelada
de naranja amarga. Exquisito!!
Y después del desayuno nos fuimos hacia la
Alameda de Hércules
Es el más antiguo jardín público de Europa,
Fue creado en el 1574, y debe su nombre
a las estatuas de Hércules que se colocaron sobre dos columnas que se
trajeron de un antiguo templo romano
Muy cerca se encuentra la Basílica de Jesús
del Gran Poder
Por
dentro parece un panteón
Y justo al lado está la Iglesia de San
Lorenzo
Hay varias calles en Sevilla que deben ser
recorridas, la Calle Cuna, Sierpes, O'Donell....
Pasamos por la Capilla de San José y por el
Ayuntamiento que visitaríamos otros días.
Llegamos a la Catedral y vimos una larga cola
a la que nos apuntamos. Casi una hora de espera para hacernos con las entradas
conjuntas de Catedral e Iglesia del Salvador.
Un error porque seguro que en El Salvador
también la venden y allí hay menos cola. Pero bueno, el caso es que allí
estábamos y lo cierto es que es una maravilla.
Siempre había pensado que la catedral de
Burgos era la más grande de España, pero resulta que es la de Sevilla.
La subida a la Giralda es por una cuesta (no
hay escalones) lo que hace que no sea nada pesada.
Las vistas de la ciudad son las mejores, no creo que desde los parasoles se supere esto.Y de la Catedral nos fuimos a la Iglesia del Salvador, nada de cola...mira que no haberlo pensado!!
Comimos por el centro, el lugar que nos habían recomendado estaba a tope, así que nos alejamos un pelín y nos metimos en el primer sitio que encontramos.
Después de comer nos fuimos al Archivo de Indias
La entrada es gratuita y merece mucho la pena, aunque lo cierto es que esperábamos encontrar en exposición algunos documentos, nos explicaron que estos solo se sacan en muy raras ocasiones.
Nos acercamos al Alcázar y nos asustamos de la cola. Decidimos comprar las entradas por internet y entrar directamente. Solo pagas 1€ más por entrada y te evitas la cola.
Antes nos dimos una vuelta y entramos en los jardines del Hotel Alfonso XII. El mejor de Sevilla.
y cuando llegó nuestra hora entramos al Alcázar.
Nos quedamos boquiabiertos. Yo recordaba sobre todo los jardines pero el palacio es impresionante.
Aquí rodaron las 2 últimas temporadas de Juego de Tronos por lo que el turismo a este lugar ha crecido un cien por cien.
Yo creo que tiene todos los estilos, islámico, mudejar, gótico.
Aquí es donde se hospeda la familia real cuando visita Sevilla.
Acabamos la tarde en el Alcázar. Lo cierto es que puedes estar el tiempo que quieras por que no te cansas de pasear por los jardines o por las salas del palacio.
Menudo primer día. No se puede pedir más. Nos fuimos a cenar a un bar cerca del apartamento ya que estábamos bastante cansados y estaba empezando a llover. Quitando las patatas bravas (las más cutres que he visto en mi vida) el resto de las tapas no estaba mal...pero no volveríamos por muy cerca que nos pillaba....
Estaban dando misa por lo que nos fuimos a recorrer las murallas mientras terminaban.
En frente está el Parlamento y al lado de la Basílica está la Puerta de la Macarena. Uno de los 3 accesos a la ciudad que aun se mantiene en pie.
Cuando terminó la misa pudimos ver la basílica de la Macarena.
Puedes pasar por detrás de la virgen para ver el manto.
La mañana no había empezado mal e iba a seguir mejor ya que nos íbamos a ir al Parque Maria Luisa a ver la famosa Plaza España.
El primer edificio que te encuentras al entrar al parque es el Teatro Lope de Vega. Había un festival freaky.
La Plaza España es simplemente impresionante.
Están representadas todas las provincias y cada uno se hace la foto en la que le toca. A mi me toca Almería por mis padres y Valencia por mi mismo.
Y resulta que en Valencia hay un lugar para Torrente....escrito Tarrente
Y esta inscribible plaza se construyó para una exposición iberoamericana en 1929.
Andamos por el parque ya que queríamos visitar la famosa estatua de Bequer y sus musas.
El Costurero de la Reina
Y paseando llegamos a la Torre del Oro
Acoge un museo naval al cual no entramos.
Seguimos nuestro paseo hasta el Barrio de Triana donde comimos de tapas.
Recorrimos sus calles principales y nos tomamos unos buenos trozos de tarta en una cafetería
Llegamos al callejón de la Inquisición, por donde pasaban los reos que eran llevados a la cárcel castillo de San Jorge.
Estaba cerrado, pero creo que hay una exposición de tortura o algo así.
Cruzamos el Puente de la reina, o puente de Triana como le llaman los sevillanos, para volver al otro lado del río.
Nos acercamos a La Maestranza. Tampoco la visitamos ya que no nos interesaba demasiado.
Lo que si que nos interesaba era el Hospital de la Misericordia.
Nos encantó, y además la entrada va a parar a ayudar al hospital que es actualmente un asilo para gente sin medios.
Y vuelta al centro para pasear por el Barrio de Santa Cruz
Un barrio turístico donde es mejor no intentar tomarse nada, porque la clavada es monumental.
Independientemente de esto da gusto pasear por sus estrechas calles.
3er día, un lunes, así que fuimos manos a la obra a aprovechar que los palacios tiene entradas gratuitas. El problema es que no da tiempo a verlos todos por la tarde, asi que nos organizamos de la siguiente manera. A las 10:30h abren el Palacio de la Condesa de Lebrija y puedes coger una entrada gratuita para las 18:30h. Éramos los primeros así que conseguimos la nuestra.
Decidimos ver el Palacio de Dueñas pagando y hacer cola por la tarde para entrar por la cara a la Casa Pilatos.
Entramos en la Capilla de San Jose que se encuentra muy cerca y habíamos leído que es bastante bonita.
Los artesanos de la madera se juntaron para hacer una capilla que fuera lo más de la ciudad y la verdad es que no se quedaron cortos.
Nos acercamos a la Plaza Nueva para ver el Hotel Inglaterra donde se alojó Juan Ramón Jimenez antes de su viaje de novios.
De paso entramos al ayuntamiento para ver como funcionaban las visitas que habíamos leído que empezaban a ultima hora de la tarde
nos compramos las entradas por internet, así que ya teníamos el día completamente organizado.
Pasamos por la Iglesia de la Magadalena y nos gustó mucho por fuera. Miramos el horario para volver al día siguiente.
Sin duda merece la pena visitar todos los palacios de Sevilla. Este se puede visitar desde hace solo un año o un poco más y es una maravilla.
No puedo evitar el odiar un poco a esta gente al ver donde han vivido y siguen viviendo.
Como nos pillaba cerca nos fuimos a comer al Restaurante Maravillas que fue una maravilla:).
Y después de comer nos fuimos a la Casa Pilatos.
Hicimos la cola más larga de todo el viaje. Más de 1h viendo que la fila avanzaba muy lentamente, ya que una vez completado el aforo no entra nadie hasta que no sale otro.
Aquí se rodó La Peste. Serie que hemos visto enterita a nuestro regreso pero que empezamos a ver allí mismo.
El origen de este curioso nombre proviene de un Vía Crucis que se comenzó a celebrar en la ciudad en el 1520.
Salimos de la Casa Pilatos con la esperanza de que nos diera tiempo comernos un trocito de tarta y un café antes de la siguiente visita, pero na de na. Así que esperamos en la puerta del palacio de la condesa de Lebrija nuestra hora ya que nos habían insistido que teníamos que entrar puntuales o perdíamos la entrada.
A pesar de ser el tercer palacio del día no nos decepcionó ni lo más mínimo.
Los suelos del palacio son lo más llamativo. Mosaicos enormes y muy bien conservados que serían la delicia de los principales museos en el mundo.
Y después del palacio si que nos dio tiempo a un descansito antes de la visita al Ayuntamiento.
La gran sorpresa del viaje. Es una de las visitas que más nos gustó, es guiada (muy bien explicada) y como realmente no esperábamos ver nada del otro mundo el encontrarnos con un palacio del siglo XVI nos pilló por sorpresa.
Aquí también se han grabado escenas de La Peste y es que la sala de juntas es una belleza.
Todos los reyes de España en bustos en casillas en el techo.
Aunque el edificio más espectacular es el del siglo XVI que es el original, en el siglo XIX se realizó una ampliación con salas suntuosas que también son interesantes. Y por supuesto el ver donde trabajan los corruptos claro.
Día más que aprovechado y como punto final cena en el Pierro Viejo. Recomendadísimo restaurante al que finalmente pudimos ir previa reserva.
Último día en Sevilla. El avión no lo teníamos hasta la tarde así que tenemos toda la mañana para disfrutar. Nos acercamos a la Iglesia María Margdalena por la que pasamos el día anterior y estaba cerrada.
Y tuvimos buen ojo ya que nos pareció muy bonita.
Como en otras iglesias tiene originales de Murillo
De aquí a un paso tenemos el Museo de Bellas Artes. Resulta que cierra 6 días al año y el 1 de mayo es uno de ellos.
Así que cambiamos los planes y nos fuimos a ver la Estación de Santa Justa.
Cruzamos el puente para meternos en la avenida de la Expo. Pasamos por la antigua estación de autobuses que está totalmente grafitiada.
Y al otro lado llegamos a la Iglesia del Cachorro
La historia de porqué se llama a esta imagen "El Cachorro" es que en Triana vivía un gitano con una gran habilidad para tocar la guitarra conocido como “el Cachorro”. Nunca se le conocieron amores a este hombre, pero cada día cruzaba el puente de barcas para ir a Sevilla en busca de una misteriosa persona. Un payo que lo veía día tras día sospechó que estas visitas recurrentes se debía a que lo hacía para cometer adulterio con su esposa. Fueron estos celos tan intensos que un día, sabiendo el payo de la salida de Cachorro, lo esperó escondido y mientras que éste sacaba agua del pozo de la Venta Vela, le asestó siete puñaladas que le quitaron la vida.
Por otra parte, el escultor Don Francisco Ruiz Gijón estaba sumido en una crisis creativa, ya que la nueva Hermandad de la Expiración necesitaba una escultura que representase al Señor en el momento de su muerte y se la encargó a él. Era una de los mejores imagineros de la ciudad, pero este encargo le obsesionó hasta un punto en el que ni dormía. Una noche, el escultor se despertó repentinamente y tuvo un súbito impulso de salir a la calle. Atravesó el puente de barcas y fue hasta la puerta de la capilla de Patrocinio, donde presenció el terrible asesinato del “Cachorro”. Quedó impresionado ante la mirada del moribundo, así que sacando el artista que llevaba dentro y su parte menos humana, retrató la cara del difunto con carboncillo. El escultor plasmó esta agonía del gitano en una talla: el Cristo de la Expiración.
Cuenta la leyenda que cuando en el año 1682 salió la nueva imagen de la Hermandad del Patrocinio por primera vez, los vecinos de Triana comenzaron a gritar, “¡Mirad, si es el cachorro!”.
Visitamos también la Iglesia de San Antonio Abad y nos fuimos al Maravillas para comer y despedirnos de Sevilla.
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