La
primera parada de la orilla este del Rin que habíamos planeado hacer era Sankt Goarhausen, una ciudad patrimonio de la
humanidad.
Fernando, el único voluntario para salir en las fotos...además de uno mismo..claro
Fernando, el único voluntario para salir en las fotos...además de uno mismo..claro
Pero el GPS (muy
acertadamente) nos llevó al lado oeste del Rin, donde además está la parte más
bonita de la ciudad.
Además de ser la
parte de la ciudad más interesante, la vista al otro lado de la orilla es
impresionante.
Visitamos Stiftskirche St.
Goar
al ser la primera que visitamos fue de las más interesantes
seguimos nuestro paseo por el pueblos, callejeando y visitando las tiendas de relojes y como en cualquier ciudad alemana que se precie...las tiendas de la Navidad...
nos acercamos a la estanción, no es qeu tuviera nada especial pero coincidióque pasaba el tren que parecía salido de la montaña.
cogimos el coche y seguimos un poco más hacia adelante para poder ver la famosa estatua de Loreley...pero no sería hasta el día siguiente cuando pasamos por la otra orilla cuando la vieramos....mientras nos conformamos con ver la montaña.
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