Pasamos
el puente de todos los santos en el este de Inglaterra, y aunque estaba a 2
horas de distancia de donde volábamos decidimos ir a Cambridge.
Pero antes un desayuno inglés con scones y crema recien hecha en un local donde las mermeladas además eran caseras, un buen comienzo para este día.
Semaforós ingleses, necesario pulsar si quieres pasar alguna vez...
Conducir
por la izquierda un coche de marchas es toda una aventura que tuve experimentar
de nuevo, el hotel estaba en Long Eaton..
Cambridge impresionante desde el primer minuto, cada calle o rincón tiene algo que llama tu atención
a pesar de que no ven mucho el sol la ciudad está llena de relojes de sol, la esperanza es lo último que se pierde, o eso o es que realmente no les importaba demasiado saber la hora.
Majestuosos
colegios, algunos cerrados ya que al ser viernes los estudiantes aún llenan las
aulas.
Decidimos
probar suerte y colarnos en uno de los importantes el Queen.
Y así
tuvimos oportunidad de verlo, nadie nos llamó la atención aunque se notaba
claramente que no éramos estudiantes.
En el
King College ya tuvimos que pagar nuestra entrada, así como en el Joseph y
algún otro al que accedimos solamente al patio y biblioteca.
Los cuidadores de los colegios no pueden ser más típicos
Nos
faltaban horas para verlo todo y sobre todo luz, se hizo pronto de noche (antes
de las 17:00h).
pensamos en dar una vuelta por los canales, incluso nos había dado la explicación completa un simpático vendedor de paseos en canoa pero al final del día no pudimos hacerlo, preferimos seguir andando por la ciudad y aprovechar cada minuto de luz
Un curioso reloj
la capilla del King College es impresionante
podría ser la iglesia principal de una gran ciudad y es simplemente la de un colegio...
la tumba de un Churchil que finalmente no es el que nosotros conocemos...
tienda de gominolas y caramelos con llamativo escaparate donde compre una super gominola de supervivencia hasta la hora de comer.
ciudad de bicicletas, muchas por todos lados... tienes que andar con ojo porque en cualquier momento aparece un ciclista por cualquier lado..
Y una de las cuatro iglesias redondas de Inglaterra se encuentra aquí.
iba apagandose la luz de la ciudad y nos metimos en una iglesia griega que nos pareción preciosa
EL
mercado a las 18:00h ya lo habían quitado y la tetería a donde habíamos decidido
ir la habían cerrado, pero no nos desalentamos y nos metimos en otra.
Probamos
la infusión de ginger y jengibre que a alguno le pareció más bien manzanilla.
Otras 2
horas de vuelta con mucho tráfico y lluvia acabó de ser la prueba de sangre
para demostrar que ya me había acostumbrado a la rara forma de conducir de los
ingleses.
Wonderful Cambridge!!! I simply love its unexpectedly turning paths, flowery corners and roads, green landscape, beautiful old buildings with a Harry Potterish air, creamy tea and, most of all, its people, supposedly the brightest minds in the whole UK!
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