Después
de Plovdiv nos volvimos a Sofía, pasamos allí 1 día y por la tarde cogimos un
autobús de la compañía Biomet que nos dejaría en 2,5h en Veliko Tarnovo.
Lo primero ir al
Hotel Studio. El mejor en el que hemos estado en Bulgaria y con unas vistas espectaculares de la fortaleza.
Al día siguiente cogimos un taxi para ir a
Arbanasi. Una pequeña población a 6 kms de Veliko plagada de iglesias y monasterios.
Salió un día lluvioso y además llegamos antes de las 10:00h, que es cuando abrían todos los museos e iglesias.
Teníamos 3 visitas claras que queríamos hacer en Arbanasi. La primera y más importante
La iglesia de la Natividad.
No se pueden hacer fotos en su interior. Pagamos a una guía que en la puerta se ofreció a explicarnos el interioro de la iglesia. Empezó pidiendo 30 lev, le ofrecimos 10 lev y aceptó.
LA IGLESIA DE LA NATIVIDAD ES MARAVILLOSA, ESPECTACULAR, PRECIOSA IMPRESCINDIBLE, FANTÁSTICA y todo lo que se me pueda ocurrir.
La otra visita que queríamos hacer era la de la Casa Konstantsalieva, que además alberga el museo etnográfico.
Y un poco más alejado del centro se encuentra el Monasterio Sveta Bogoroditsa
Este monasterio se encuentra en activo pero permiten la visita y además por primera vez no nos cobraron entrada....
El resto de iglesias y monasterios se encontraban cerrados, pero creo que vimos lo mejor y después de una bebida fría de yogur nos volvimos a
Veliko.
El taxi nos dejó al principio (o final) del bulevar más importante de Veliko,
Vasil Levski
Así que perfecto para ir visitando los puntos de interés que llevábamos anotaditos de casa.
La casa del pequeño mono. Llamada así porque hay un mono en la fachada...no tiene más gracia que esta.
Pero sin duda uno de los sitios más interesantes de Veliko es el
barrio del viejo bazar.
Aquí se apiñan las casas de los artesanos de la ciudad, hoy convertidas en tiendas de souvenirs, donde ademas de comprar artesanías los puedes ver trabajando.
Callejeamos por sus calles y salimos de nuevo casi al final de
Vasil Levski
Bajamos a la parte baja y cerca de la i
glesia de Constantin y Elena comimos en un sitio muy chulo donde nos prepararon comida típica muy muy rica.
Probé el vino búlgaro...no repetí.
Después de comer seguimos nuestro paseo que nos llevó a la
Catedral.
Aquí si que dejaban hacer fotos, pero, como en otras ocasiones, dejan hacer fotos en las menos bonitas...algo es algo.
Veliko hay que andarla para conocerla. Hay varios barrios interesantes que vas descubriendo perdiéndote por sus calles.
Los museos de la carcel y
La
Kashta Sarafkina estaban cerrados. No nos preocupó demasiado ya que creo que lo más interesante de esta ciudad se encuentra fuera.
El día no daba para mucho más, pero antes de volver al hotel nos acercamos al
Monumento The Assen Dinasty.
Al lado del museo de bellas artes de Veliko.
Las vistas desde allí de la ciudad son fantásticas ya que se aprecia su arquitectura y como están apiladas las casas, así como las casas colgantes que dan al río.
Para volver al hotel pasamos otro barrio de callejuelas que nos encantó.
AL día siguiente nos despertamos temprano y después de un fantástico desayuno en el hotel salimos hacia la
Fortaleza de Tsaverets que se encontraba muy muy cerquita de nuestro hotel.
Sin duda mi parte favorita de
Veliko Tarnovo
Dedicamos casi toda la mañana a recorrer la fortaleza
En lo más alto se encuentra
la iglesia del patriarcado
Sus pinturas interiores me recordaron a mi pintor favorito Guayasamin
A los pies de la fortaleza se encuentra un barrio que hay que visitar si te encuentras en esta ciudad.
El barrio de Asenova
Lo primero que te encuentras al llegar es su puente y la Iglesia de los 40 mártires
En nuestro caso, esta fue la única que pudimos visitar, ya que el resto están cerradas hasta marzo.
Callejeamos por el barrio y nos acercamos a las diferentes iglesias para verlas por fuera.
No me extraña que las mantengan cerradas....no había ni un alma por las calles.
Comimos en uno de los sitios recomendados en Tripadviser donde encontramos sitio (estaban todos llenísimos), se ve que el domingo decide todo el mundo comer fuera en esta ciudad.
Y de vuelta a
Sofía con muy buen sabor de boca.
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