El camping está genial, en todos los aspectos, trato, servicios etc. Además tiene un restaurante donde se come genial y que no es nada caro, cosa muy importante ya que después de las caminatas apetece cenar allí y descansar un poco. Recomendadisímo!!
No le dedicamos demasiado tiempo a este pueblo a pesar de ser donde nos alojábamos, pero lo que si que hicimos fue la subida al castillo que creo que es lo mejor del pueblo.
La ruta está muy bien y las vistas una vez allí son espectaculares
Los restos del castillo, una hermita y un santuario es lo que ofrece la subida.
Una vez abajo nos encontramos la iglesia cerrada.
el otro plato fuerte es el monasterio
magnifica edificación que ahora es un hotel tipo parador, decorado con mucho gusto e ideal para tomar un café y pasear por su interior.
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