Salimos hacia Karasjok, por el camino hicimos
alguna paradita y es que hasta las paradas de servicios en esta parte del mundo
esconden rincones.
Llegamos a donde se encontraba nuestra cabaña
y nos recibió Sven, todo un personaje!! con sus ropas salidas directamente de
una película de los picapiedras nos atendió y enseñó nuestra cabaña, la cual él
había construido con sus manitas y que desde el primer vistazo nos fascinó.
http://www.minube.com/rincon/engholm-husky--a976791
Después de hacer turismo por el complejo de
cabañas y en especial por la nuestra (cada mueble o utensilio tenía su gracia)
nos fuimos para el pueblo para aprender un poco de los Samis.
Nos acercamos a la oficina de turismo donde
una desganada señorita nos explico lo que podíamos ver y nos informó, no sin
una mala cara, de los horarios y posibilidades.
Nos gustó más el museo exterior (por cierto
gratuito) donde encuentras casas típicas y puedes, además de visitarlas por
fuera, entrar en algunas donde encuentras el mobiliario o herramientas típicas.
Después de esta visita seguimos dando un
recorrido por el pueblo, viendo su iglesia y sobre todo, lo más curioso de todo
fue el parlamento Sami, un original edificio que aunque no pudimos visitar por
dentro mereció la pena rodear.
Y ya por la tarde empezó nuestra aventura
"La lucha contra los mosquitos".
Hicimos una caminata por un camino
prehistórico increíble en belleza pero del que pudimos disfrutar muy poco
tiempo ya que a los 20 minutos de caminata ya estábamos completamente rodeados
de miles de mosquitos que sin ninguna vergüenza y mucho menos miedo nos
atacaban sin compasión.
Cuando nos dimos cuenta que el paseo había
dejado de merecer la pena ya que no podíamos disfrutar lo maravilloso que era
el lugar donde nos encontrábamos por las embestidas de manadas de mosquitos nos
dimos la vuelta y corrimos a refugiarnos en el coche y volvimos a la cabaña.
Nos parecía que a pesar de los millones de picaduras que teníamos no era para tanto...."pues no pica" JA!!!...al día siguiente teníamos la cabeza y cara completamente deformada por grandes bultos que en lugar de picaduras parecían chichones.
Nos levantamos temprano puesto que nos habían
informado en la cabaña que teníamos la oportunidad de realizar un entrenamiento
junto a los 30 Haskies que pertenecen a Sven y que durante el verano se
entrenan para poder tirar de los trineos en invierno.
Nos pareció interesantísimos, así que allí
fuimos.
http://www.minube.com/rincon/entrenamiento-de-huskies-a976861
Nos encantó, los perros se encuentran en una
isla y cuando nos acercamos en la lancha y ellos se dan cuenta de que el
entrenamiento va a empezar se ponen como locos, empiezan a ladrar todos a la
vez, es muy emocionante...pero lo más emocionante es cuando los sueltan...se
ponen todos a saltar y correr de una lado para otro..te aconsejan que no les
hagas caso en ese momento porque están tan excitados que podrían tirarte al
suelo.
Después de un comienzo tan espectacular nos
subimos de nuevo en la lancha y los perros saltaron al agua y empezaron a nadar
detrás de nosotros, con la lancha fuimos a la siguiente isla, la rodeamos y los
perros subieron a la isla y desde la orilla nos seguían hasta que le dimos la
vuelta y seguimos hasta otra isla, ellos se volvieron a tirar al agua. Así
fuimos recorriendo varias islas hasta que los perros empezaron a aullar
pidiendo el fin del entrenamiento por cansancio.
Desembarcamos en la isla principal e hicimos
un pequeño recorrido andando con los perros detrás, los volvimos a atar y les
dimos de comer.
Como he dicho anteriormente, ¡toda una
experiencia!.
Pero aun no terminaba nuestra experiencia,
nos metimos en una cabaña Sami y en la hoguera central cocinamos trozos de
carne de reno y pan con un fiambre de la zona, estaba buenísimo..y de postre
los típicos creps Samis que se hacen en una plancha metálica que se pone al
fuego.
Y con esto había terminado nuestra visita a
esta parte del país, cogimos el coche y seguimos nuestro camino hacía Alta.
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