Nuestro
último día....pero bueno hasta las 12 de la noche no salía el avión así que
teníamos todo el día para poder coger un autobús e irnos a ver uno de los
mercados flotantes que hay cerca de bangkok.
Cogimos
un taxi para ir al Victoria Monument, sitio desde donde salen los autobuses
para ir a casi cualquier lugar de Tailandi.
Nos
llamó la atención la pegatina de prohibición del taxi..prohibido entre otras
cosas subir con la apestosa fruta Durian.
Fuimos
a la ciudad de Amphawa...también hay Pepsi tai...
Llegamos
al mercado flotante cruzando un mercado donde había innumerables y apetecibles
productos caseros que probar.
Al
llegar al mercado lo primero fue decepción ya que nos imaginábamos mucho
movimiento y la verdad es que no había demasiado.
Cerca
del mercado había un templo
Se
podía hacer una excursión en barca por la zona a precio tailandés y nos
apuntamos.
El
problema es que hasta que no se llena la barca no sales por lo que estuvimos un
buen rato subidos esperando...y esperando.
Resulto
ser un paseo de templo a templo donde nuestros compañeros de viaje, todos
tailandeses, no desaprovechaban la oportunidad de echar un rezo en cada uno de
ellos .
Fue
maravilloso ya que con la barca fuimos recorriendo los poblados entre
selváticos paisajes.
Nos
bendijeron unas 3 veces simpáticos monjes que nos regalaban con cada bendición
pulseritas, colgantes, piedras y nos echaban una agua de rosas que duró hasta
llegar a España.
Cuando
ya creíamos que volvíamos hacia el mercado flotante paramos en ¡¡¡un zoo!!
Curioso
un rato...no digas!!!
Y
llegamos al mercado donde había un poco más de ambiente puesto que las barcas
se habían convertido en una especie de restaurantes flotantes, te podías sentar
en una banqueta y pedir los diferentes platos que se cocinaban en las barcas,
casi todos de pescado o marisco.
Dimos
una vuelta por las tiendas que habían en la orilla del río donde artesanos
vendían sus productos, un descanso a las imitaciones.
Y con
la vuelta a a Bangkok y posteriormente al hotel a por las maletas terminaba
nuestro viaje.
Un país
fascinante que recomiendo visitar a todo el mundo y una gente maravillosa,
simpatiquísima y sobre todo muy muy cívica y educada.
¡¡¡¡¡¡¡una
gozada!!!!!