miércoles, 13 de febrero de 2013

Tailandia 2012 / 13 - Mercado Flotante Amphawa




Nuestro último día....pero bueno hasta las 12 de la noche no salía el avión así que teníamos todo el día para poder coger un autobús e irnos a ver uno de los mercados flotantes que hay cerca de bangkok.
Cogimos un taxi para ir al Victoria Monument, sitio desde donde salen los autobuses para ir a casi cualquier lugar de Tailandi.
Nos llamó la atención la pegatina de prohibición del taxi..prohibido entre otras cosas subir con la apestosa fruta Durian.





Fuimos a la ciudad de Amphawa...también hay Pepsi tai...





Llegamos al mercado flotante cruzando un mercado donde había innumerables y apetecibles productos caseros que probar.







Al llegar al mercado lo primero fue decepción ya que nos imaginábamos mucho movimiento y la verdad es que no había demasiado.







Cerca del mercado había un templo




Se podía hacer una excursión en barca por la zona a precio tailandés y nos apuntamos.








El problema es que hasta que no se llena la barca no sales por lo que estuvimos un buen rato subidos esperando...y esperando.









Resulto ser un paseo de templo a templo donde nuestros compañeros de viaje, todos tailandeses, no desaprovechaban la oportunidad de echar un rezo en cada uno de ellos .








Fue maravilloso ya que con la barca fuimos recorriendo los poblados entre selváticos paisajes.










Nos bendijeron unas 3 veces simpáticos monjes que nos regalaban con cada bendición pulseritas, colgantes, piedras y nos echaban una agua de rosas que duró hasta llegar a España.
































Cuando ya creíamos que volvíamos hacia el mercado flotante paramos en ¡¡¡un zoo!!
Curioso un rato...no digas!!!

















Y llegamos al mercado donde había un poco más de ambiente puesto que las barcas se habían convertido en una especie de restaurantes flotantes, te podías sentar en una banqueta y pedir los diferentes platos que se cocinaban en las barcas, casi todos de pescado o marisco.





Dimos una vuelta por las tiendas que habían en la orilla del río donde artesanos vendían sus productos, un descanso a las imitaciones.







Y con la vuelta a a Bangkok y posteriormente al hotel a por las maletas terminaba nuestro viaje.
Un país fascinante que recomiendo visitar a todo el mundo y una gente maravillosa, simpatiquísima y sobre todo muy muy cívica y educada.
¡¡¡¡¡¡¡una gozada!!!!!


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